Actualizado: miércoles, 28 junio 2017 16:34

SEVILLA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

Más de 10.000 balsas en Andalucía son susceptibles de contar con placas flotantes fotovoltaicas, que reducen hasta en un 25 por ciento la evaporación del agua, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) recogidos por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).

La subida exponencial de la factura eléctrica, que en los últimos ocho años se ha disparado un mil por ciento, obliga a los regantes a buscar alternativas para compensar los más de 300 millones de euros de sobrecostes que soportan desde 2008; circunstancia que explica que los sectores de la agricultura y el regadío concentren ya el 25 por ciento de las plantas fotovoltaicas para autoconsumo que se levantan en territorio nacional, según ha señalado Fenacore en una nota.

Concretamente, en los últimos tres años se han instalado en el sector agrícola español centrales solares con una capacidad de producción total cercana a los 25 megavatios (el equivalente a 90 campos de fútbol) que permitirán a los regantes ahorrar hasta un 60 por ciento en electricidad una vez amortizada la inversión en las placas.

De esta forma, la reducción de los costes de fabricación de estas placas, que en la última década se han rebajado hasta un 80 por ciento, unida a las ayudas procedentes de los fondos estructurales europeos, que permiten formalizar subvenciones estatales y autonómicas que cubren hasta el 65 por ciento de la inversión, están convirtiendo el aprovechamiento de la luz solar en una de las alternativas con más recorrido para el sector del regadío.

LEJOS DE EUROPA

Mientras la instalación de nueva potencia de fotovoltaica crece tímidamente en España, en Europa la apuesta es mucho más decidida. Países como Francia o Alemania sólo durante el año pasado instalaron ya más de 550 y 1.500 megavatios de potencia, respectivamente, lo que evidencia la necesidad de que la Administración agilice la autoproducción en línea con las directrices que marca la Comisión Europea.

Así, desde Fenacore se pide al Gobierno que articule la normativa marco adecuada para promover la energía distribuida en zonas regables, lo que pasa por una revisión en profundidad del Real Decreto de Autoconsumo que elimine el conocido 'impuesto al sol' a las instalaciones de más de 10 kilowatios de potencia. Al evitar los gravámenes variables en función de la energía autoconsumida se impulsará la producción entre los medianos y grandes consumidores.

Teniendo en cuenta que los regantes son los segundos mayores consumidores de energía sólo por detrás de ADIF, será más sencillo que España alcance los objetivos marcados por Bruselas si se apoya en el regadío. En la actualidad, en España apenas el 16 por ciento de la energía consumida es de origen renovable mientras que Bruselas fija su objetivo para 2020 en el 20 por ciento que, de no cumplirse, conllevará las sanciones pertinentes.

Además, la Administración debe ver en el regadío un aliado también contra los efectos adversos del cambio climático, dado que por cada megavatio de energía solar producida se evita la emisión de 267 kilos de CO2 a la atmósfera.

Por su parte, es también un aliado para el bolsillo del usuario, pues al facilitar el autoconsumo se conseguirá una rebaja real de los costes energéticos que actualmente sufragan los consumidores al reducirse la demanda a Red Eléctrica Española. De hecho, por cada euro de reducción de ingresos en el sistema por autoconsumo, se produce una ganancia neta de cinco euros para todos los consumidores, gracias a la reducción del precio de la energía en el mercado pool y de los impuestos asociados.

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