CÓRDOBA 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de 140 menores participan desde este lunes en la Escuela de Verano promovida un año más por el voluntariado de Cruz Roja Juventud, iniciativa dirigida prioritariamente a infancia en situación de vulnerabilidad con edades comprendidas entre los cinco y los 17 años, que se lleva a cabo entre hasta el 26 de julio en el colegio público Guillermo Romero, mientras que en el mes de agosto se desarrollará en la sede de la institución humanitaria en Cañada Real de Mestas, 2.
Así lo indicó en su momento Cruz Roja en una nota en la que señaló que 'Las Eras' (en alusión a las diferentes etapas de la historia) es el título este año de una Escuela de Verano en la que toman parte, entre otros, menores refugiados acogidos en la ciudad.
A lo largo de estos dos meses, la escuela está atendida por más de una treintena de voluntarios que han preparado para los menores un amplio abanico de talleres, como los de cine infantil, manualidades, expresión corporal, karaoke, pintacaras, hábitos saludables o medio ambiente, enmarcados todos en unos objetivos de desarrollo personal y de habilidades sociales a través de actividades lúdicas.
Con un horario que comprende de lunes a jueves entre las 10,30 y las 14,00 horas, el programa de actividades contemplado por Cruz Roja Juventud incluye también un tiempo cada día para refuerzo escolar. De igual modo, el voluntariado de la entidad ofrecerá meriendas a media mañana a los alrededor de 70 pequeños que cada semana asistirán a la escuela.
La escuela estival se enmarca y dota de continuidad al programa de actuaciones que la organización pone en marcha durante el curso escolar a través de sus proyectos de 'Promoción del éxito escolar en menores en riesgo de exclusión social' y de 'Ocio y tiempo libre'.
Cabe recordar que las situaciones de pobreza y exclusión que sufren muchas familias redundan de manera especial en los niños y niñas que tienen a su cargo, ya que cada vez son más frecuentes los casos de familias que no son capaces de afrontar los gastos derivados de la escolaridad, y esto incide directamente en el sentimiento de pertenencia de los menores a la escuela y, por tanto, en su rendimiento académico.