GRANADA 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación de Granada, Francis Rodríguez, acompañado del diputado de Centros Sociales, Mayores y Juventud, Roberto González, ha realizado una visita a los Centros Sociales de la Diputación, donde la Asociación Mírame (Asociación de apoyo a familias y personas con trastornos del espectro autista de Granada) está desarrollando su Escuela de Verano este mes de julio con 50 niños de toda la provincia con edades comprendidas desde los 3 a los 16 años.
Durante la visita, Rodríguez ha recorrido varios de los espacios cedidos a la Asociación Mírame, los cuales incluyen la cafetería y la sala de audiovisuales de la Residencia de Mayores La Milagrosa, las zonas verdes frente a la misma, la cafetería del Edificio La Casita (ubicada frente a Casa Cuna), así como las áreas de esparcimiento adyacentes y la piscina terapéutica del Centro Psicopedagógico Reina Sofía.
El presidente ha indicado que los Centros Sociales de la institución "son espacios abiertos que promueven el desarrollo personal y ofrecen atención sociosanitaria interprofesional" donde conviven temporal o permanentemente personas mayores con algún grado de dependencia y personas con discapacidad que, por diversas circunstancias biopsicosociales, no pueden permanecer en su domicilio.
La Escuela de Verano que ha visitado este miércoles es a su juicio "una oportunidad magnífica para fomentar las relaciones intergeneracionales entre los mayores y los jóvenes, e incluso niños, que participan en ella, así como para el intercambio de experiencias profesionales entre nuestro personal técnico, educativo y de cuidado, y las familias y profesionales de la Asociación Mírame".
Por su parte, la presidenta de la Asociación Mirame, Concepción Siles, ha agradecido el contar con este espacio indicando que de no ser por la colaboración de la Diputación "no podrían haber desarrollado esta escuela de verano" que es "fundamental para la conciliación de las familias y el propio disfrute de los chicos".
El objetivo principal es ofrecer un espacio de participación lúdica adecuado a las necesidades específicas de las personas con TEA, al mismo tiempo que facilita la conciliación de la vida familiar y laboral de sus padres.