CÓRDOBA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto (PP), ha expresado este lunes sus condolencias a la familia y compañeros del sargento primero Joaquín Moya Espejo, natural de Córdoba, fallecido en Afganistán en el curso de un enfrentamiento con la insurgencia afgana en Ludina.
En declaraciones a los periodistas, Nieto ha dado ánimos a la familia del militar fallecido, así como a sus amigos de la Brigada de Infantería Mecanizada (BRIMZ) 'Guzmán el Bueno' X, con base en Cerro Muriano (Córdoba), donde trabajó, y a los compañeros en Afganistán.
Al respecto, detalla que el militar "realizaba un trabajo en pos de la paz y la defensa de los derechos humanos en Afganistán y desgraciadamente va a volver a su tierra víctima de un atentado", tras haber "entregado su vida por este país". Asimismo, espera que sea la última víctima en el país afgano.
En cuanto al sepelio que tendrá lugar este martes, el alcalde ha confirmado que acompañará al fallecido en su vuelta a Córdoba, pero precisa que "es la familia la que decide el tipo de ceremonia que quiere", y el Ayuntamiento colaborará con el Ministerio de Defensa.
Entretanto, ha añadido que Joaquín se mantendrá "en el recuerdo siempre" y ha ensalzado la entrega de los militares que "no siempre se valora y se ve cuando pierden la vida en una situación tan delicada e injusta", porque, según explica, "estaban formando a quienes tienen que mantener la paz en el país y en esa labor formativa ha perdido la vida".
Por todo ello, confiesa que la noticia se ha recibido con "mucho dolor", dado la "racha complicada" que se registra en la ciudad con algunos sucesos mortales o la búsqueda de los dos niños desaparecidos, de manera que "ojalá acabe pronto y hagamos espacio de optimismo y alegría", apunta Nieto.
Cabe destacar que Joaquín Moya Espejo, natural de Córdoba, tenía 35 años, estaba casado y era padre de un hijo. Estaba destinado en el Regimiento de Infantería Garellano 45, con sede en Vitoria. Según ha comentado a Diario Córdoba su hermano, entró en el Ejército a los 18 años de edad "porque su vocación era ser militar y ha dado la vida por España".
El sargento comenzó su carrera profesional en la Brigada Paracaidista, en Madrid, y desde entonces había tenido diferentes destinos hasta llegar a Afganistán. El hermano destaca en referencia al carácter del fallecido que "era una persona genial, compañero de sus compañeros, y no se enfadaba con nadie".
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