La nueva secretaria general de CCOO-A se marca como uno de sus objetivos la vertebración de la solidaridad entre los trabajadores
CARMONA (SEVILLA), 12 (EUROPA PRESS)
La nueva secretaria general de Comisiones Obreras Andalucía, Nuria López, que sustituye al histórico líder del sindicato Francisco Carbonero, se ha mostrado crítica con el contexto laboral actual, señalando que "la reforma laboral es un arma arrojadiza a la cabeza de los trabajadores que ha debilitado mucho el concepto de empleo en este país".
Además, López se ha marcado como uno de los objetivos de su mandato en CCOO-A que "los sindicatos sean un instrumento vertebrador de la solidaridad entre los trabajadores".
Estas declaraciones las ha realizado la líder sindical en el marco del curso 'Herramientas de comunicación para organizaciones, instituciones o empresas. La importancias de conocerlas y saberlas usar', dentro de la XV Edición de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide.
López, que releva a Carbonero tras 12 años en el cargo, fue elegida a finales de mayo en el XII Congreso de CCOO-A como secretaria general con un apoyo mayoritario del 87,45 por ciento de los votos. En este congreso, el sindicato tomó como uno de sus objetivos luchar contra la descentralización productiva que, según la sindicalista, "ha generado nuevos trabajos y oficios donde hay muchos jóvenes que se incorporan al mercado laboral". Por ello, quieren generar "una nueva solidaridad entre ellos y los trabajadores de los centros de trabajo tradicionales", añade.
"En un debate que se ha realizado internamente, se ha detectado que esa globalización sin reglas, la digitalización, la desvertebración de la producción --hoy se fabrican partes de un mismo producto en cadenas de producción de España, Alemania y China--, que los trabajadores no están interconectados para defender sus derechos y para defender mejoras en sus centros de trabajo, que cada día son más distintos", ha señalado López.
Desde CCOO-A, señala la sindicalista, lo que se pretende es organizar esas nuevas realidades que han surgido por la descentralización y globalización para "que tengan mejores derechos y una mejor calidad de vida".
En la actualidad, Andalucía cuenta con una tasa de paro del 27 por ciento de media y en el caso de los menores de 25 años la cifra asciende a más del 50 por ciento durante 2017, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
López sostiene que "el principal problema es el paro, ya que los trabajadores quieren trabajar pero no pueden hacerlo". Es por que apunta que el principal reto que tienen como organización sindical es que "aquellas personas que quieren trabajar encuentren empleo y, mientras que eso se produce, que haya redes de protección social".
En 2010 y 2012, se produjeron sendas reformas laborales que, según la secretaria general, "han impedido que haya una fuerza negociadora de los trabajadores con el empresario", lo que permite a estos últimos "descolgarse del convenio colectivo, rebajar los salarios de forma unilateral o cambiar de categoría a un trabajador". López sostiene que "se ha roto el binomio necesario para que las empresas sean democráticas y tengan una función social".
Desde el inicio de la crisis, los sindicatos han reducido su masa de afiliados, problema que López ha achacado a la caída del empleo que ha sufrido Andalucía durante los últimos diez años. "Las personas que no tienen trabajo no sienten la utilidad del sindicato", ha incidido, si bien añade que la representación en las empresas no ha bajado, puesto que "en Andalucía somos, tanto CCOO como UGT, el 72 por ciento de la representatividad en procesos de elecciones sindicales"; siendo un total de 13.000 delegados y 150.000 afiliados con los que cuenta CCOO-A.
"En principio, entendemos que por los datos que existen no hay crisis de representación, lo que sí puede haber son envites por parte de los grupos mediáticos de derechas, sabiendo que somos un contrapoder social y que limitamos los efectos de las políticas de derechas, bien sean reformas laborales, recortes en sanidad o en educación".
En este sentido, la secretaria general andaluza atribuye a los sindicatos "no sólo el papel de negociadores de convenios, mejoras salariales, aumento de vacaciones o tiempos de descanso", sino también el de "intentar influir en los gobiernos a través del diálogo social y de la concertación para que haya redistribución de la riqueza que generan los propios trabajadores", consiguiendo, según López, que las políticas públicas "se hagan no solamente con los ojos de un gobierno sino con los ojos de los trabajadores a través del diálogo social".