CÓRDOBA 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha afirmado que el llamado 'derecho a decidir', en relación al aborto, "no puede ejercerse cuando está en juego la vida de un sujeto humano, porque la decisión presionada por intereses egoístas, no respeta la vida y elimina al que estorba".
En su carta semanal, recogida por Europa Press y referida a la fiesta de la "Encarnación del Señor en el seno virginal de María", que se celebra el 25 de marzo, día en torno al que los católicos celebran la 'Jornada por la vida', ha señalado que "la vida está amenazada constantemente, hoy más que nunca" y "Dios, autor y fuente de la vida, es amigo de la vida en todas sus fases, desde su concepción hasta su muerte natural", y encarga "a los humanos, hombres y mujeres, que cuidemos la vida en todas sus fases".
Por eso, según ha argumentado Demetrio Fernández, no puede ejercerse el citado 'derecho a decidir', el cual, según ha lamentado, significa que "millones de seres humanos" son "eliminados después de la concepción", ya sea "porque no interesan o porque estorban o porque se consideran simple 'material genético de laboratorio', descartable o no, a gusto del consumidor y del mercader".
En este sentido, el obispo de Córdoba ha recordado las palabras del Papa Francisco en 'Amoris laetitia, 83), donde afirma que, "de ningún modo se puede plantear como un derecho sobre el propio cuerpo la posibilidad de tomar decisiones con respecto a esa vida".
Junto a ello, Demetrio Fernández subraya en su carta que la vida "ha de ser acompañada y protegida, precisamente cuando es más frágil", de modo que "la decisión de eliminar a los que estorban, o por su minusvalía o por su calidad de vida o por una falsa compasión (para que no sufran), es una postura arrogante, que se considera juez y dueña de la vida de los demás".
La 'Jornada por la vida' de este año, según ha indicado el obispo, "quiere recordarnos a todos que el compromiso por la vida debe ser tanto mayor cuanto más débil y frágil sea esa vida en cualquiera de las fases de la existencia" y, por eso, "debemos felicitar en esta Jornada a todos los que cuidan de los enfermos y buscan aliviar sus dolores y hacerles la vida más agradable, a todos los que atienden a minusválidos en cualquier grado, a todos los que cuidan de los ancianos con ternura y gratitud, a los agentes sanitarios, a los familiares, y a los voluntarios que entregan su vida o parte de su tiempo a mitigar el sufrimiento humano".