CÓRDOBA 25 May. (EUROPA PRESS) -
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha defendido, respecto a la elección de la asignatura de Religión Católica, que "los chicos no son hijos del Estado, sino de una familia", razón por la que los padres deben estar "atentos para que, en diálogo amistoso con sus hijos, les hagan ver las ventajas de esta opción, y los bienes que se derivan de elegir esta asignatura de Religión en la escuela o en el instituto".
Así lo ha destacado Demetrio Fernández en su carta semanal, recogida por Europa Press y en la que ha explicado que "en estos días los alumnos de Secundaria y Bachillerato van haciendo sus matrículas para el curso próximo", siendo éste el "momento de apuntarse a la clase de Religión Católica para el curso que viene".
A este respecto, el obispo ha señalado que "la clase de Religión es de libre elección por parte de los alumnos o sus padres, y es de obligatoria oferta, según la Ley, para todos los centros públicos y privados", siendo evidente que "la Religión no es una 'marca', sino una asignatura muy importante, y así lo han concretado las leyes, a pesar de la que está cayendo".
En este sentido, el obispo ha destacado que "la clase de Religión y el profesor de Religión han quedado afianzados en la nueva Ley de Educación", aunque "hay muchos factores que confluyen en la clase de Religión" y, en primer término, "están los padres, que quieren lo mejor para sus hijos", que "son los primeros responsables y no pueden ser sustituidos por nadie en esta responsabilidad".
"SIEMPRE HAY ALGÚN PASOTA"
Por otra parte, según ha subrayado Demetrio Fernández, "están los alumnos", en los que el obispo ha afirmado haber "encontrado, en general, buena disposición hacia la clase de Religión", ya que "los jóvenes buscan la verdad, quieren saber", pues, aunque "siempre hay algún pasota, en general les interesan los temas de su Religión Católica, y tienen que aprender a dar razón de su esperanza y de su fe a otros compañeros, creyentes de otras religiones o no creyentes".
"Bien es verdad --prosigue la carta-- que un alumno tiende a aligerar su trabajo y a veces la tentación está en no elegir la clase de Religión Católica para estar más libre. Por eso, hemos de ayudar a estos muchachos a caer en la cuenta de su elección importante".
Por otro lado, según ha argumentado el obispo, está el hecho de que la Diócesis de Córdoba "cuenta con un buen equipo de profesores de Religión, profesionalmente capacitados", y que "tienen que ser personas de fe y de práctica religiosa", pues "un joven percibe inmediatamente si el profesor le habla de oídas o verdaderamente tiene experiencia de Dios y de la Religión Católica que está enseñando".
"AMBIENTES HOSTILES"
Por eso, Demetrio Fernándaz ha expresado su admiración y felicitación "a los profesores de Religión que se han abierto camino, entre sus compañeros de claustro, en ambientes a veces hostiles", aunque también "hay lugares en la Diócesis donde la clase de Religión Católica es considerada como entre las mejores, y eso se debe a la atención que los profesores prestan, no solo a su materia, sino sobre todo al trato con sus alumnos", algo que "los jóvenes valoran y agradecen".
Aún así, según ha lamentado Demetrio Fernández, "el ambiente en el que vivimos no es nada favorable", ya que "un chico joven vive hoy bombardeado por propuestas engañosas de fácil bienestar, y no hemos de ignorar que hay una continua incitación a apartarse de Dios y de todo lo religioso", hasta el punto de que "ser creyente hoy no está de moda".
Sin embargo, el obispo ha opinado que este ambiente "puede servir de revulsivo", ya que, "cuando uno es joven es inconformista" y, por eso, hay que ayudar a los jóvenes "a ser críticos con todas esas propuestas facilotas, que no construyen el futuro. La clase de Religión les ayudará a ser ellos mismos".
EL FUTURO DE LA IGLESIA
En consecuencia, "es el momento de apoyar todos la clase de Religión", dado que, "para muchos, es el único contacto con Jesucristo y con la Iglesia Católica", de tal forma que, "n la formación de nuestros jóvenes, la Iglesia se juega su futuro", si bien, "en los últimos cursos ha crecido el número de alumnos y padres que solicitan Religión Católica para sus hijos en la escuela" y "no es algo que vaya a menos, al contrario".
De hecho, según ha concluido el obispo en su carta semanal, "a pesar de tantas dificultades y de voces que gritan que la Religión salga de las aulas, en Primaria son más del 90 por ciento los que la solicitan, y en Secundaria en torno al 70 por ciento. Ya quisieran tener estos porcentajes algunos de los cargos públicos que proponen sacar la Religión de la escuela".