SEVILLA 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Parlamento andaluz ha aprobado este miércoles, con los votos de PP-A, Ciudadanos (Cs) y Vox, el dictamen de la comisión sobre un Pacto Social por la Educación en Andalucía que recoge entre sus medidas la necesidad de abordar una "bajada progresiva de las ratios en todas las etapas educativas" para avanzar hacia una educación más personalizada y una atención más individualizada del profesorado hacia el alumnado.
El dictamen, que ha contado en el Pleno con los votos en contra de PSOE-A, Adelante Andalucía y los diputados no adscritos expulsados de Adelante, también aboga por una mayor estabilidad de las plantillas de docentes y por la necesidad de contar con sanitarios en los centros educativos.
En concreto, el dictamen, consultado por Europa Press, está compuesto por 32 puntos además de un preámbulo, y señala que, para ser realmente útiles a la sociedad en general y a la comunidad educativa en particular, sería necesaria la "presencia de todos los grupos parlamentarios" en este Pacto Social por la Educación, por lo que se hace un llamamiento al consenso y a la unidad de todas las fuerzas políticas.
En la introducción del dictamen se señala que es "fundamental apostar por una educación de calidad, sea pública, privada o concertada, así como garantizar el carácter propio de cada centro, el derecho a la libre elección por parte de las familias en condiciones de igualdad y la no discriminación del alumnado en función del centro elegido por su familia". Se aboga por la necesidad de trabajar en aras de un sistema educativo "libre de intereses políticos e ideológicos y sin adoctrinamiento".
Respecto a las conclusiones recogidas en el dictamen, se destaca que la "falta de motivación" del alumnado es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sistema educativo y está en la base de otros como el fracaso o el abandono escolar. Por ello, se plantea profundizar en un cambio metodológico a través del cual, y sin apartar "las metodologías tradicionales", se fomente la curiosidad, el pensamiento crítico o la actitud emprendedora.
Se considera necesaria una revisión de los contenidos curriculares de las distintas materias y cursos que tenga en cuenta la opinión y la experiencia del profesorado que está a pie de aula.
En lo que respecta a los docentes, el dictamen plantea una necesaria formación permanente del profesorado gratuita y obligatoria, dentro de su horario y calendario laboral, y un cambio en el sistema de acceso a la función docente. En este sentido, se propone la modificación de las pruebas de acceso para valorar, además del conocimiento de la materia, el conocimiento pedagógico y las habilidades necesarias para el desempeño de la profesión, tales como la capacidad de gestión de grupos, de trabajo en equipo, de comunicación, de liderazgo y de gestión emocional. Se recoge que el sistema de acceso debería completarse "con al menos un año de prácticas remuneradas y tutorizadas".
Otras conclusiones del dictamen se refieren a la necesidad de dotar a los centros educativos de una mayor autonomía organizativa, pedagógica y de gestión, y a que haya una mayor estabilidad de las plantillas, algo fundamental para "la implantación y desarrollo de un proyecto educativo de centro". Se considera necesario reforzar la función directiva, dando mayor capacidad a los directores de los centros para su organización, aumentando su margen para la creación de sus propios equipos directivos y para la selección de la plantilla docente.
Asimismo, se plantea redefinir la inspección educativa, avanzando hacia un modelo basado menos en el control y la fiscalización y más en el apoyo y fomento de las experiencias innovadoras y las buenas prácticas docentes.
El dictamen también recoge la necesidad de contar con personal sanitario en cada centro escolar, y avanzar hacia una mayor implantación de educadores sociales, pedagogos y psicopedagogos.
IMPLANTACIÓN DE NUEVAS TECNOLOGÍAS
El dictamen también hace referencia a una correcta implantación de las nuevas tecnologías en los centros educativos, "que debe ir acompañada de una buena formación del profesorado y de un esfuerzo de las administraciones educativas para reducir la llamada brecha digital, a fin de garantizar el acceso de todo el alumnado a las mismas".
Se recoge además la necesidad de "avanzar hacia un bilingüismo real, que implique una verdadera inmersión lingüística". Se aboga por nuevas infraestructuras educativas que rompa con el modelo tradicional de aulas, y se pide acabar con la precariedad que suponen las aulas prefabricadas --las llamadas 'caracolas'-- y las infraestructuras que aún tienen amianto.