BAEZA (JAÉN), 24 (EUROPA PRESS)
Sandra Marín García, psicóloga especializada en animales y fundadora de la asociación 'Psicoanimal', ha señalado esta faceta del caballo en su utilización como animal de intervención con personas que tienen desórdenes emocionales y discapacidades físicas.
La psicóloga, que dirige asimismo el encuentro 'Intervención y terapia asistida con caballos: ética y bienestar del animal de intervención', ha señalado que "no hay que tener una patología para acceder a estas actividades", aunque "la mayoría de los participantes son personas con estrés, inestables emocionalmente, con trastornos neurológicos o con problemas físicos".
El contacto con el caballo, tanto a pie como en montura, "mejora las capacidades de esa persona a nivel cognitivo, emocional, social, comunicativo y también físico y psico-motor", al tiempo que aporta "una motivación y una focalización en el exterior", sobre todo en el caso de personas con autismo o con falta de interacción pues "se relacionan con un animal que se mueve, que hace ruido, que tiene distintas texturas y que llama la atención de esta persona".
La utilización del caballo se debe a que "es un animal que siempre está comprobando las emociones, mirando y midiendo", por ello dicha persona "se ve obligada a estar trabajando emocionalmente consigo misma para interactuar con el equino". También tienen programas con perros, aunque, a su juicio, el caballo es "más cercano, accesible y motivador" en estos casos.
Estas terapias se llevan a cabo de manera complementaria junto a las recomendaciones de expertos sanitarios como traumatólogos y psicólogos, "formando entre todos un círculo profesional de carácter interdisciplinar".
Debido al rol del caballo, Sandra Marín ha incidido en que "no debe considerársele como una herramienta que se enfoca exclusivamente en el usuario" sino que "hay que darle el protagonismo que tiene". Por ello, los caballos "son instruidos para que se adapten a personas inestables" y "ahí es donde hacemos de nexo nosotros, entre el paciente y el caballo".
El bienestar del animal es muy importante en el correcto desarrollo de la terapia, por lo que Sandra Marín ha asegurado que lo mejor "son cuidados sencillos como que estén en grupo, fuera de la cuadra y siempre con pasto disponible".
No obstante, también hay una cara negativa porque al comienzo la mayor parte de los caballos de intervención "era viejos y simplemente se cogían aquellos que no valían para la equitación, por lo que tenía dolores y lesiones de la edad" pero ha añadido que ahora "hay una mayor profesionalización en la elección del caballo de intervención".
Por ello, Sandra Marín ha señalado que con este encuentro también "se pretende abrir la caja de pandora con algo tan obvio como es el maltrato silenciado" ya que "el caballo en muchas disciplinas no es tratado correctamente". De esta manera, ha propuesto "regular el papel de un especialista que se ocupe del papel del caballo de intervención", algo que "no está regulado", a diferencia de los animales de asistencia para invidentes.