GRANADA 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha salvado la vida de una septuagenaria impedida en Freila (Granada) a la que encontraron tirada en el suelo de su salón deshidratada porque el hijo que cuidaba de ella, un hombre de 44 años, había muerto en su dormitorio, al parecer de un infarto, al menos cinco días antes.
El Ayuntamiento de Freila se puso en contacto con la Guardia Civil de Zújar el pasado 22 de junio por la mañana porque llevaban varios días sin ver a dos vecinos del pueblo, una anciana y al hijo que cuidaba de ella, y sospechaban que pudiera haberles pasado algo. La Guardia Civil se puso en contacto con la familia de estos para preguntarles si sabían algo de su madre y de su hermano, y todos respondieron que no estaban con ellos, ni supieron decir dónde podían encontrarse.
Las siguientes gestiones que hicieron los guardias civiles fueron con los hospitales, tanto con los comarcales de Baza y Guadix, como con los de Granada, y en ninguno de ellos habían ingresado ninguno de los dos. Las últimas pesquisas las realizaron en el domicilio de ambos y la Guardia Civil comprobó que nadie respondía a la llamada, pero observaron que había una luz encendida dentro de la casa.
Al sospechar que pudiera haberles pasado algo, solicitaron autorización judicial para entrar en la vivienda por la fuerza. Una vez concedida, rompieron la puerta y al llegar al salón se encontraron a la anciana tirada en el suelo y con un mueble encima de ella. Pensaron que estaba muerta.
No obstante, al abrir una de las ventanas, la mujer hizo un pequeño movimiento, acudieron rápidamente hasta ella y solicitaron asistencia sanitaria. Inmediatamente después, en uno de los dormitorios encontraron el cadáver del hijo en avanzado estado de descomposición.
Al parecer, según las primeras impresiones de los médicos que acudieron, y a falta del informe de la autopsia, todo indica que el hijo se encontró mal, se acostó en la cama y no despertó, posiblemente a consecuencia de un infarto. La mujer, que dependía para todo del hijo, al ver que este no acudía, cuando intentó levantarse del sofá cayó al suelo y luego, al intentar levantarse nuevamente agarrándose a uno de los muebles del salón, este se le cayó encima de la cabeza y ya no pudo moverse hasta que los guardias civiles la encontraron, al menos cuatro o cinco días después, completamente deshidratada.
Los agentes creen de que haber pasado un día más "posiblemente hubiera muerto también". La anciana fue evacuada hasta el hospital de Baza, se ha recuperado satisfactoriamente y ya le han dado el alta.