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El fiscal superior reclama un esfuerzo "colectivo y constante" en la lucha contra la corrupción
GRANADA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, ha recordado este martes a la clase política y a los gobernantes que la justicia "no es un lujo ni un capricho", sino "una de las principales necesidades de un Estado democrático", y les ha reclamado un "impulso de alto nivel" y "consenso parlamentario" para acabar con los problemas endémicos del sistema.
Durante su intervención en el acto de apertura del año judicial en Andalucía, Del Río ha abogado por un "auténtico cambio estructural" en el modelo judicial y ha alertado de que el actual sistema está condicionado por una "rigidez funcionarial" y un "exceso de burocratización", "sin flexibilidad para hacer reformas". En el caso de la justicia, los proyectos de cambio "se frustran" año tras año y los "problemas se enquistan", con lo que se hace "imprescindible" poner fin a esa dinámica, ha apuntado.
Para el presidente del TSJA, "es necesario un impulso político de alto nivel, con diálogo y alto consenso parlamentario, donde imperen los espacios de solución, sin una mirada particular", algo que además debe situarse como una "prioridad" tanto de la estrategia para la recuperación de la confianza en el Estado como de la estrategia económica para la salida de la crisis.
Asimismo, ha defendido la importancia del prestigio de la justicia entre los ciudadanos que sirve, y ha apostado por mantener la "independencia" judicial como uno de sus "pilares básicos". Al hilo, ha considerado que el respeto a los jueces debe ser "escrupuloso" y ha de estar "especialmente potenciado desde la acción política", huyendo "de críticas que no obedezcan a razones meramente jurídicas".
De hecho, ha llamado la atención sobre el hecho de que los jueces se conviertan "cada vez más" en protagonistas "involuntarios" dentro del escenario social y político y ha censurado que su quehacer diario, especialmente en los procesos de especial relevancia, "con ejemplos poco edificantes de comportamiento público", sea un "permanente escaparate".
El presidente del Alto Tribunal andaluz ha hecho una defensa del papel de los jueces, y ha recordado que la ciudadanía sigue confiando mayoritariamente en ellos para dar soluciones a sus problemas, especialmente en estos "tiempos difíciles" y, aunque ha reconocido que pueden existir "excepciones", la mayoría responde a un "arquetipo" de honestidad y de defensa de la verdad y la justicia.
SOBRECARGA DE TRABAJO, PERO NO DESÁNIMO O APATÍA
"No podemos olvidar que nuestra prioridad es la atención al ciudadano. Si olvidamos esa prioridad nos convertimos en cómplices del descrédito social de nuestra función. Es cierto que el actual contexto no lo pone fácil, que la sobrecarga de trabajo dificulta la consecución de la excelencia en el ejercicio de nuestra función, pero ello no debe conllevar que el desánimo, la indiferencia, o la apatía imperen en nuestros Juzgados y Tribunales. Somos profesionales", ha apuntado.
Por otra parte, Del Río ha reflexionado acerca de las reformas legales acometidas a nivel estatal que, a su juicio, "no abordan ni profundizan en los auténticos fallos estructurales, que se agravan año tras año". Ha hecho referencia a la Ley Orgánica 8/2012, de eficiencia presupuestaria en la Administración de Justicia, que "se ha limitado al nuevo régimen de sustituciones de la carrera judicial implantado con el objetivo de elevar los niveles de profesionalización, originando por el momento un sobreesfuerzo de muchos jueces y magistrados", o a la conocida como ley de tasas, que se ha puesto en marcha "rodeada de una polémica" que no sólo afecta "a la conveniencia de su imposición en el contexto de una justicia sostenible, sino también a su adecuación constitucional ante el posible quebranto del principio de proporcionalidad por alguna de las cuantías fijadas".
A nivel andaluz, ha aludido al proyecto de Decreto de la Oficina Judicial y Fiscal, "anunciado en sucesivas anualidades y actualmente en fase de informes y propuestas por parte de los sectores implicados" y ha confiado en que finalmente 2014 "sea un año clave y fructífero al respecto".
En definitiva, según ha alertado, las perspectivas para el año judicial que ahora comienza "no parecen ser halagüeñas ni más esperanzadoras que en años anteriores" y permanece "incólume" la falta de reformas estructurales "de carácter más global". "Seguimos con los mismos déficits y necesidades de otros años anteriores, aunque con la particularidad de venir acompañado el actual de un torrente de reformas, nuevamente anunciadas, cuyo alcance y articulación final abre múltiples incógnitas", ha considerado.
LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN, EN EL DISCURSO DEL FISCAL SUPERIOR
Por su parte, el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, ha centrado parte de su discurso en la necesidad de luchar contra el fraude y la corrupción, "ante la aparición de nuevos casos de enorme gravedad", y ha insistido en el que el Ministerio Público "tiene que contar con medios excepcionales" apostando por luchar "coordinada y honestamente" contra esta lacra.
Ha reclamado para ello un "esfuerzo colectivo y constante" y una actuación "decidida, discreta y reflexiva". "Sólo actuando de esta forma conseguiremos que seamos nosotros quienes tomemos las decisiones y no las decisiones quienes nos tomen a nosotros, porque lo verdaderamente importante no sólo es que encontremos casos muy graves de corrupción, sino la forma de reaccionar ante ellos", ha indicado.
Entre las prioridades de la Fiscalía se encuentran además, según ha indicado García Calderón, la atención a las víctimas, y a la obligación de "ayudarlas a superar el dolor" cubriendo sus necesidades "sin que nazcan falsas expectativas", recordando que las Oficinas de Atención a las Víctimas están previstas en la ley hace muchos años pero que cuentan con escasa o nula presencia en los tribunales.
El fiscal superior ha apostado también por que la incautación y la intervención de fondos de origen ilícito se convierta en un "horizonte prioritario" que "aproveche" la profesionalidad y la formación de la Policía Judicial, y ha vuelto a reclamar que la instrucción se traslade al Ministerio Público "sin complejos, sin cuestionamientos carentes de rigor, solventando esta vieja cuestión procesal española".
Finalmente, ha afirmado que la actual crisis no es sólo económica, sino también moral, y una quiebra de valores, considerando que estamos sufriendo además una "crisis de la verdad". "Parece que mentir sea un derecho que no sólo incumbe al imputado, sino que se extiende de manera imparable en buena parte del escenario social", ha señalado García Calderón, que por ello ha pedido al auditorio reunido en el edificio de la Real Chancillería "comprensión y ayuda" para que "el encuentro con la verdad siga siendo el rumbo" que debe afrontar "nuestro futuro".
Coincidiendo con el comienzo del discurso del presidente del TSJA, han irrumpido en la Real Chancillería varios representantes de los sindicatos del sector de la justicia, que han exhibido carteles contra las reformas impulsadas por el Gobierno con frases como "las reformas de Gallardón y Llera acabarán con la justicia entera", lo que ha motivado que la Policía Nacional haya procedido a su desalojo.