CÓRDOBA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, y la teniente de alcalde delegada de Cultura, Isabel Albás, han asistido este viernes a la inauguración de la exposición 'Arquitecto para la sociedad. Obra privada de Rafael de La-Hoz Arderius', que acoge la Sala Vimcorsa de la capital, hasta el día 23 de febrero, comisariada por el arquitecto Francisco Daroca, todo ello para conmemorar el centenario de su nacimiento.
En este sentido, cobra especial relevancia la celebración de esta exposición dedicada a la actividad profesional del arquitecto desde la iniciativa de la promoción privada, y complementa a la exposición sobre la obra pública del autor, organizada de manera paralela por la Diputación de Córdoba.
La exposición de la Sala Vimcorsa muestra más de 160 obras originales de Rafael de La-Hoz, que incluyen proyectos, dibujos a mano alzado y croquis originales del arquitecto; mobiliario original de época diseñado por el arquitecto; cuatro maquetas de sus proyectos más emblemáticos: Chalet Canals, la Fábrica de Cervezas El Águila, el Colegio Mayor Aquinas y el proyecto para el nuevo Ayuntamiento de Córdoba, así como fotografías y documentos del archivo personal del arquitecto.
La mayoría de la documentación de los proyectos y obras de Rafael de La-Hoz que componen la exposición se encuentra en el estudio madrileño de su hijo Rafael de La-Hoz Castanys y pertenecen a la Fundación Rafael de La-Hoz. Para la muestra se expone una amplia selección de su producción original, ya sean bocetos y croquis a mano alzada como planos originales, algunos a lápiz, la mayoría en tinta sobre papel vegetal.
Se cuenta también con algunos aspectos más personales del arquitecto, mostrando algunas fotografías, un retrato escultórico en bronce, así como la mesa de trabajo que utilizó el autor en su labor proyectual. El resto de la exposición, hasta completar 160 obras, proceden del archivo de la Diputación de Córdoba, donde La-Hoz ejerció como arquitecto provincial, y de prestadores y colecciones particulares de Córdoba.
EL ARQUITECTO
En concreto, Rafael de La-Hoz Arderius (1924-2000) nació en Madrid, pero puede considerarse cordobés, porque llegó a esta ciudad con pocos meses por destino de su padre, Rafael de la Hoz Saldaña, como Arquitecto Municipal de Córdoba. Asistió a las prestigiosas clases de Luciana Centeno en la Institución Libre de Enseñanza (ILE). Cursó Bachillerato en el Colegio de los Maristas. Vivió en Córdoba hasta sus 46 años, partiendo a Madrid en 1970 para hacerse cargo de la Dirección General de Arquitectura.
Estudiando su último curso de carrera en Madrid, en 1949, falleció su padre cuando era Arquitecto Provincial de Córdoba. El estudio profesional se mantuvo abierto en su casa de la Calle Claudio Marcelo, 15 (Calle Nueva), esperando su llegada gracias al arquitecto Carlos Sáenz de Santa María.
Rafael de La-Hoz Arderius se tituló en 1950 y pronto obtuvo por oposición la plaza de Arquitecto Provincial de la Diputación de Córdoba, donde desarrolló una encomiable labor de investigación y puesta en práctica de diversos equipamientos por la provincia, destacando los docentes (Microescuelas, Guarderías, Escuela de Sordomudos, Colegios Provinciales), los hospitalarios (Hospital Psiquiátrico y Hospital General), los administrativos (Sindicatos de Cabra), los deportivos (Piscinas del Fontanar y Santuario), las viviendas sociales (Viviendas Ultrabaratas, Viviendas en Montilla, en Sector Sur, Poblado de Pescadores de Almuñécar, Parque Figueroa). En el campo de la investigación es de destacar su famoso estudio de 'La Proporción Cordobesa'.
De La-Hoz perteneció, en el ámbito de la arquitectura, a la denominada generación de los 50, la primera que no se plantea proyectar en la línea vernáculo-historicista del régimen político, sino que entra sin complejos en un lenguaje decididamente moderno, participando del contagioso optimismo introducido en Europa y Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial.
Compatibilizó su labor funcionarial con la producción privada propia de su estudio, dándose a conocer a la ciudad con su primerísima obra y declaración de intenciones, la tienda de modas Vogue en Calle Gondomar. Inicialmente en asociación con su gran amigo José María García de Paredes, realizan obras de una destacada acentuación en el Movimiento Moderno, destacando la Cámara de Comercio e Industria de Córdoba, obra ya hoy reconocida a escala internacional. Muy joven, junto a García de Paredes, consiguió el Premio Nacional de Arquitectura por la obra del Colegio Mayor 'Aquinas', de Madrid.
Pronto comenzó a recibir encargos de viviendas unifamiliares --chalets-- en Córdoba por una sociedad burguesa ascendente derivada del mundo de las profesiones (médicos, abogados, etc.) que encontraban una respuesta más acorde con su perfil personal y profesional en la arquitectura De La-Hoz: Canals, Amians (el Bosque), Añón, Pericet, Infantes (Nü Norge), La Barraca, La Cabaña. También promociones privadas de bloques de viviendas: Casa González de Canales (Ronda de los Tejares); Casa Lovera (Jesús y María); Edificio Guerrero (Cruz Conde, Pastores, Eduardo Lucena, Conde de Robledo); edificio Ajuria (Gran Capitán); edificio Regina (Ronda de los Tejares), y Plaza de Cuba de Sevilla.
En 1958 se incorporó al estudio el joven arquitecto Gerardo Olivares James, y diez años más tarde lo haría José Chastang Barroso. Surgen urbanizaciones playeras: Eurosol en Torremolinos; Elviria en Marbella; Rochazul en Portimao. Y hoteles en Vigo, Torremolinos, Córdoba y Sevilla.
Algunas instituciones y otras sociedades particulares solicitaron su colaboración: Fábrica de Cervezas El Águila; Caja Provincial de Ahorros (esquina Gran Capitán con Ronda de los Tejares); Gobierno Civil (en colaboración con Pepe Rebollo y Daniel Sánchez Puch); Colegio de las Teresianas; Convento de las Salesas; Convento-residencia de la Hijas de María Inmaculada; Casa de Cursillos San Pablo; Facultad de Medicina; Diario Córdoba; Colegio de Médicos de Sevilla, etc.
También, realizó algunas intervenciones en el patrimonio arquitectónico, siendo consciente de que el Movimiento Moderno defendía la intervención contemporánea directa, sin complejos, como lo hicieron el Renacimiento y el Barroco en su momento. Con cierto trasfondo más 'Viollet-le-Duc' que 'Ruskin' amplió y restauró el Palacio de la Merced y la Capilla de San Bartolomé, en Córdoba; el Ministerio de Marina de Madrid.
Incansable trabajador en toda su vida activa, puede encontrarse una mayor concentración de su pronunciamiento arquitectónico en las dos primeras décadas de producción, mayoritariamente cordobesas. Tras su traslado a Madrid, a comienzos de los 70, se pueden encontrar allí ejemplares obras como el reconocido por Norman Foster como el mejor edificio de España del siglo XX: el Edificio Castelar.