JAÉN 16 May. (EUROPA PRESS) -
Un total de 45 de los 97 municipios de la provincia de Jaén siguen sin contar con una estación depuradora de aguas residuales (EDAR) dentro de sus términos municipales. A esta cifra hay que sumar otras 19 EDAR de municipios jiennenses que a pesar de estar construidas, no están funcionando. Además, hay otros nueve municipios sobre los que no cuenta información acerca de este tipo de instalación, según información recogida por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que es el órgano inspector en la materia.
El subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, en declaraciones a Europa Press, ha recordado "la obligatoriedad del establecimiento de depuradoras en todos los puntos de vertido antes de finales de 2015" y ha advertido "del gran atraso" que lleva la provincia de Jaén en la instalación de estas plantas de depuración de aguas residuales ya que los datos de la CHG apuntan a que en la actualidad, sólo se tiene constancia del correcto funcionamiento de las EDAR en 24 municipios jiennenses.
"A estos datos hay que sumarle 39 pedanías que deberían tener EDAR y que carecen de estos equipamientos y otras 3 que, aun teniéndola, se encuentran fuera de funcionamiento", ha señalado Lillo. Unas cifras que reclaman "atención y medidas urgentes" que permitan cumplir los plazos de los fondos europeos que establecían finales de 2015 como fecha tope para contar con las depuradoras construidas y en funcionamiento.
En este último punto, Lillo ha anunciado que una gestión "de última hora" realizada "desde el Gobierno de España va a permitir una prórroga, seguramente de dos años" para poder utilizar el dinero que ha venido de la Unión Europea para la construcción de estaciones depuradoras de aguas residuales.
Estos datos, "chocan", según Lillo con el proyecto del Plan Hidrológico del Guadalquivir, actualmente en fase de exposición pública, que persigue, entre sus objetivos, atender la demanda de agua, proteger y mantener su buen estado y permitir una gestión racional y sostenible de este recurso. Para el subdelegado, "la mejor política del agua tiene que conducir a la mejora de su calidad, la racionalización de su empleo, el abaratamiento de su costo y la armonización de su uso con el medio ambiente".
El representante del Gobierno ha mencionado como una de las principales novedades del plan la puesta en marcha de medidas de ahorro y eficiencia y su apuesta por la modernización en los consumos para riesgos agrícolas, junto con la protección de la calidad del agua. Asimismo, Lillo se ha referido a las medidas ecológicas que contempla el nuevo Plan Hidrológico, como la implantación de caudales ecológicos y el establecimiento del sistema único de cuenca.
Lillo ha destacado la importancia de que los municipios cuenten con estaciones depuradoras de aguas residuales por los grandes beneficios que conlleva en la protección del medio ambiente y la utilización óptima de una recurso escaso como es el agua, además de cumplir con la normativa europea en la materia.