Susana Díaz: La propuesta de Urkullu "rompe" la caja de la SS y pone "en peligro el futuro" de España

Susana Díaz participa en los encuentros de la cadena Ser sobre el 4D
EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA
Actualizado: lunes, 4 diciembre 2017 12:59

SEVILLA 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha manifestado este lunes que entiende que el lehendakari Ínigo Urkullu defienda lo mejor para el País Vasco, pero que, en modo alguno, puede compartir que quiera "romper la caja de la Seguridad Social y se ponga en peligro el futuro" de España.

Durante su participación en los Encuentros de la cadena Ser dedicados a los '40 años del 4-D', junto al expresidente de la Junta Rafael Escuredo, en la sede de la Fundación Cajasol, Susana Díaz ha sido preguntada por el hecho de que Urkullu haya planteado el modelo del concierto vasco como una referencia para avanzar en un nuevo sistema descentralizado en el que los ingresos garanticen el Estado de bienestar en todas las comunidades.

Ha indicado que acepta que Urkullu defienda el concierto vasco, porque ella defiende toda la Constitución Española, pero una cosa es que "defiendas a tu tierra y otra que intentes blanquear o maquillar lo que todo el mundo ha dicho, que ha habido urgencia para el cupo y, en cambio, esa urgencia no existe para el resto de españoles".

Ha precisado que ella no le echa a Urkullu la culpa de eso, sino al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que si ha tenido "tiempo para una cosa, tiene que tener tiempo para el resto", esto es, para plantear un nuevo modelo de financiación autonómica.

La presidenta ha insistido en que el nuevo modelo de financiación es lo más urgente ahora mismo en el país, porque está en peligro la igualdad real de los ciudadanos y ha apuntado que, en el caso de Andalucía, comenzará el 1 de enero "faltando" 2.000 millones para la educación y la sanidad y que habrá que sacar "a pulmón".

Ha señalado que hoy está más convencida de que el Gobierno central, que no tiene prisa en poner un nuevo modelo de financiación sobre la mesa, lo que pretende es "salvar el año 2018, porque es el año de déficit excesivo y decirle a Europa que ha cumplido" y después, en la víspera de la campaña electoral para las generales, nos encontraremos otra vez con los "regalitos fiscales" del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

"Hoy me ratifico aún más en que el Gobierno no tiene ninguna intención de afrontar el modelo de financiación", según ha sentenciado Díaz, para quien habrá que preguntarles a Mariano Rajoy y a Montoro por qué van a incumplir la ley y el acuerdo de la Conferencia de Presidentes.

El hecho de que el Gobierno central no ponga sobre la mesa un nuevo modelo de financiación, según Susana Díaz, está provocando "división y enfrentamiento entre territorios". "Al final, vamos fragmentando y dividiendo el país, en lugar de poner una hoja de ruta sobre la mesa que diga que todos los ciudadanos van a tener las mismas oportunidades y los mismos servicios públicos", ha señalado.

Ha manifestado que ella entiende que Urkullu defienda a su tierra, pero que no puede entender que este país esté permanentemente "a subasta durante toda la democracia de los apoyos que hagan falta en el Congreso de los Diputados para sacar tal presupuesto o cosa". "Que un presidente del Gobierno esté utilizando las inversiones públicas y la financiación para ir sumando voluntades en el Congreso ha sido un déficit de la democracia española que hay corregir", ha indicado Susana Díaz.

Por su parte, Rafael Escuredo ha indicado que la propuesta de Urkullu "nos llevaría a la "ruina".

Ha dicho que lo que está oyendo en estos tiempos le preocupa y que el panorama no parece muy optimista, pero se ha mostrado convencido de que Andalucía estará en condiciones de superar cualquier intento que pretenda colocarla en la segunda división.

"Lo que oigo no me gusta y tengo la impresión de que habrá que salir otra vez (como en el 4D)", según ha señalado Escuredo, apuntando que tiene una "confianza plena" en que Susana Díaz no va a consentir una discriminación hacia esta comunidad y ha recalcado que lo que está en juego es la financiación.