SEVILLA 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha subrayado este miércoles que como líder de un gobierno de izquierdas cumple con una premisa que considera "básica" como es "derrotar en las urnas a la derecha y mantenerla en la oposición, donde menos daño hace". "Ahí es donde el PSOE-A y yo misma tenemos a la derecha, donde menos le gusta estar", ha apostillado.
Al cierre de su discurso en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, que se ha prolongado por una hora y cuarto, la presidenta ha aseverado que sus políticas "tienen la seña de un gobierno progresista, el más importante de España y uno de los más importantes de Europa", de manera que ha dicho que, como presidenta de un gobierno socialista, se enorgullece de serlo y ha lamentado que en España y Europa "no abunden gobiernos de este signo político".
Refiriéndose a la derecha, la jefa del Ejecutivo andaluz ha considerado que un gobierno como el de Andalucía es "un espejo donde a la derecha no le gusta mirarse" pues "somos la demostración palpable, y para ellos irritante, de que otra forma de gobernar es posible".
En este sentido, ha defendido que gobierna en Andalucía con "criterios progresistas hasta en las pequeñas decisiones" y lo hace sin prescindir de la búsqueda de acuerdos y diálogo, algo a lo que obliga la aritmética del Parlamento autonómico y a lo que no está dispuesta a renunciar para que su política no sea "irrelevante". Lo contrario, ha afirmado, "sería renunciar a la voluntad auténticamente transformadora de la sociedad".
De esta manera, ha reivindicado el signo de su gobierno como una izquierda "seria, consecuente, alejada del pensamiento único y conservador que devastan los derechos y esperanza de la gente, y alejada del ilusionismo oportunista detrás del que no se esconde ninguna otra solución real, que es lo que reclaman los ciudadanos, sus derechos".
Susana Díaz ha rechazado que la política se plantee como un juego de "todo o nada", y ha sostenido que entenderla así "más que un error es una deslealtad a la gente" que ella, como presidenta de Andalucía, no piensa cometer.
Con todo, ha asegurado que en el desarrollo del debate ha dado cumplida cuenta de buena parte de las actuaciones que ha desarrollado el Gobierno andaluz en la presente legislatura, medidas detrás de las que hay "mucho trabajo, rigor y esfuerzo ante dificultades y problemas que no son de fácil solución"
"Desde esa firmeza en mis convicciones, con la conciencia tranquila de trabajar sin descanso con mi gobierno y siempre por el bien de Andalucía, rindo cuentas ante el Parlamento que me invistió como presidenta hace 16 meses, confío en que el debate nos permita mejorar y cumplir con nuestro compromiso con los andaluces", ha zanjado.
Asimismo, y en otro momento de su discurso, ha insistido en la necesidad de que España tenga un gobierno para que no se "escude" en que está en funciones "para no atender las reivindicaciones" de los ciudadanos. Así, se ha referido a la situación de Lomce para extenderlo a otras normas y defender que "no se puede seguir sosteniendo más tiempo que los ciudadanos soporten leyes injustas que pueden ser modificadas en las Cortes".