MADRID/ SEVILLA 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La tasa de actividad de las personas con discapacidad en Andalucía ha aumentado un 1,9 por ciento durante el 2015 con respecto al año anterior, hasta situarse en el 30,6 por ciento.
Se trata de la cuarta tasa de actividad de las personas con discapacidad más baja del país, tras Extremadura (29,3%), Asturias, que presenta un 28,1 por ciento, y Galicia, con el 23,7 por ciento, según los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, en Andalucía existen 352.300 personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), lo que representa el 6,4 por ciento de la población activa de la comunidad.
DATOS NACIONALES
En el conjunto nacional, el paro entre la población activa con discapacidad se redujo 1,7 puntos el año pasado, cuando se situó en un 31 por ciento, tasa que es aún 9,1 puntos superior a la registrada en la población general, según los datos difundidos este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según expone, en 2015 había 1.774.800 personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), el 5,9 por ciento de la población activa española. En general, este grupo presenta particularidades respecto del resto de la ciudadanía: Un mayor porcentaje de hombres (58,6% frente a 53,6%), más peso del grupo de 45 a 64 años (60% frente a 39,7%) y menos proporción de personas con estudios superiores (23,5% frente a 38%).
No obstante, cuando se trata de la población ocupada, se observan en comparación con los ocupados sin discapacidad similares características en cuanto al sexo, la edad y el nivel educativo, así como en la antigüedad en el empleo, aunque el porcentaje de ocupados en el tramo de 'tres y más años' es ligeramente superior.
Por ramas de actividad, los ocupados con discapacidad tienen mayor representación en Actividades sanitarias y de servicios sociales, Industrias extractivas y manufactureras, Actividades administrativas y servicios auxiliares y en Administración Pública y Defensa, Seguridad Social obligatoria que el resto de los ocupados, según los mismos datos.
Partiendo de estas diferencias y similitudes, el INE destaca especialmente la baja participación en el mercado laboral de las personas con discapacidad: En 2015 había 601.100 personas activas sobre 1,7 millones de personas, lo que arroja una tasa de actividad del 33,9 por ciento, más de 40 puntos por debajo de la registrada en la población sin discapacidad (78,1%).
En total, se contaban 414.800 ocupados con discapacidad, una tasa de empleo 23,4% que está 37 puntos por debajo de la de personas sin discapacidad, aunque ha subido un 0,8 por ciento respecto de 2014.
Mientras, el número de desempleados entre este colectivo era de 186.300, con una tasa de paro que está así 9,1 puntos por encima del resto de la población (31% frente a 21,9%). Se observa un descenso de la tasa de paro respecto al año 2014 del 1,7 por ciento, pero la caída es menor que la registrada en entre personas sin discapacidad.
MÁS IGUALDAD DE GÉNERO
En cuanto a los ocupados con discapacidad, el INE explica que de los 414.800 que constaban al cierre de 2015, 243.300 eran hombres (el 58,7%) y 171.500, mujeres (el 41,3%). De este modo, las mujeres tienen menos presencia activa en el mercado laboral, aunque su tasa de actividad está más próxima a la masculina en este colectivo (33,1% frente a 34,4%) que en la población sin discapacidad (72% frente a 84%).
Lo mismo ocurre con la tasa de empleo: La de los varones con discapacidad superó un punto a la de las mujeres, pero en el resto de la población la diferencia es de 11,8 puntos. En la tasa de paro, también hay una diferencia menos acusada, pues en este colectivo alcanza al 31,1 por ciento de las mujeres frente al 30,9 por ciento de los hombres, cuando en la población sin discapacidad la brecha es de 2,9 puntos.
Según el INE, la evolución de las tasas de empleo respecto a 2014 fue positiva para ambos sexos. Se produjo un aumento de 0,8 puntos en el caso de las mujeres con discapacidad y de 0,7 en el de los hombres. Las tasas de empleo en las personas sin discapacidad también aumentaron y en mayor cuantía que en el colectivo de personas con discapacidad.
MÁS PARO ENTRE LOS JÓVENES
Atendiendo a la edad, al igual que en la población general hay más inactividad entre los mayores y más desempleo entre los jóvenes (de 25 a 44 años), aunque su tasa de paro disminuyó en cuatro puntos el año pasado cuando en el resto de la población caía un 2,4 por ciento.
Por su parte, la tasa de empleo creció para las personas con discapacidad 1,3 puntos respecto a 2014. En el grupo de mayor edad aumentaron tanto las tasas de paro y empleo como la de actividad.
Con todo, la participación laboral está muy determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad, pues la tasa de actividad para quienes tienen un grado inferior al 45 por ciento se situó el año pasado en un 56 por ciento, mientras para las personas con un grado superior de discapacidad cayó hasta el 14,6 por ciento.
Las personas con deficiencias auditivas presentaron las mayores tasas de actividad (60,1%) y las que tenían deficiencia intelectual las menores (28,1%). El INE destaca los incrementos en las tasas de actividad de los grupos asociados a deficiencias del Sistema visual, del Sistema cardiovascular, inmunológico y respiratorio y Trastorno mental respecto de 2014, aunque cayeron en todos los grupos de discapacidad asociada al Sistema neuromuscular e Intelectual.
ASALARIADOS Y EN EL SECTOR SERVICIOS
Sobre el perfil de los trabajadores con discapacidad, el INE revela que la mayoría de los trabajadores con discapacidad eran asalariados (88,6%; 5,7 puntos más que en la población general), tenían contrato indefinido (77%, 2,2 puntos por encima), jornada completa (83,4% frente a 84,4%) y desempeñaban su actividad en el sector Servicios (80,7 por ciento frente al 75,8% del resto).
El 28,8% de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social en 2015 tenía algún tipo de deducción en las cotizaciones, 0,5 puntos menos que en 2014. También cayó el porcentaje de asalariados con la modalidad de contrato específico de discapacidad, que se situó en un el 28,7 por ciento. Se trata de las dos principales medidas para incentivar el empleo en este colectivo.
Las deducciones en las cuotas de cotización y la contratación específica beneficiaron, sobre todo, a la población masculina, al grupo de edad de 16 a 44 años, a los grupos de discapacidad asociados a deficiencia sensorial e intelectual y a las personas con mayor grado de discapacidad (75% y más).
EL 13% TIENEN LA DEPENDENCIA RECONOCIDA
Respecto a las Prestaciones Sociales Públicas, el INE revela que mientras recibieron subsidios y ayudas 13 de cada 100 trabajadores de la población general el año pasado, entre las personas con discapacidad alcanzó a 67 de cada 100 y 1.189.400 millones de personas de las que el 20,4 por ciento eran activas. El 83,2 por ciento eran por incapacidad laboral y el 2,2 por ciento no contributivas.
Mientras, el 13 por ciento de las personas con discapacidad (231.600) tenía también reconocida oficialmente la situación de dependencia. De estas, 19.900 (menos del 10% de las personas con discapacidad dependientes) permanecieron laboralmente activas.
Por comunidades autónomas, las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de las personas con discapacidad en el año 2015 se dieron en Madrid (42,8%), País Vasco (39,4%) y Castilla-La Mancha (37,8,0%), además de Ceuta y Melilla (51,9%). Por su parte, las menores tasas estuvieron en Galicia (23,7%), Asturias (28,1%) y Extremadura (29,3%).