CÓRDOBA 31 May. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil del Subsector de Tráfico Córdoba ha controlado en diversos puntos de verificación establecidos durante la Feria de Nuestra Señora de la Salud de la capital a un total de 3.607 conductores, de los cuales 93 han arrojado un resultado positivo en alcohol y 22 en drogas, mientras que 62 de esos positivos lo han sido durante la madrugada del sábado 25 al domingo 26.
Según ha detallado la Benemérita en una nota, en cuatro casos de los 93 conductores que han arrojado un resultado positivo en la prueba de alcoholemia, se han tenido que instruir diligencias como presuntos autores de un delito contra la Seguridad del Tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol, al superar la tasa de 0,60 mg/l de aire expirado.
En los restantes casos, el Instituto Armado denunció a los conductores por infracción al Reglamento General de Circulación, por superar la tasa de 0,25 mg/l de aire expirado, para conductores con más de dos años de permiso de conducción y 0,15 mg/l de aire expirado, para los conductores noveles, sin alcanzar la tasa que supondría incurrir en infracción penal.
Al respecto, los conductores que fueron denunciados por infringir el Reglamento General de la Circulación se enfrentan a una sanción económica y a la detracción de entre cuatro y seis puntos. Por otro lado, a los que se les han imputado delitos contra la seguridad vial por superar la tasa de 0,60 mg/l de aire se enfrentan a penas de prisión de entre tres y seis meses y a la retirada del permiso de conducción entre uno y cuatro años.
La Guardia Civil recuerda que la única tasa para conducir con seguridad es cero. El consumo de alcohol afecta a la conducción de distintas formas: aumentando el tiempo de reacción, ocasionando problemas de coordinación, una peor percepción de la distancia, problemas de visión y de atención, así como un incremento de la somnolencia. Asimismo, en una cuarta parte de los siniestros viales registrados en 2023 el principal factor concurrente ha sido el alcohol.
Sobre ello, resalta que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Toxicología, la mitad de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico tenía presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos.