JAÉN 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha absuelto a uno de los tres condenados por la Audiencia de Jaén por quedar a través de las redes sociales para dar una paliza a tres inmigrantes a los que responsabilizaban de un robo a un anciano de la capital jiennense.
Aunque se sentaron seis en el banquillo de los acusados, la condena de la Audiencia de Jaén fue dirigida a los tres cuya participación el tribunal consideró acreditada, mientras que el resto quedó absuelto.
Ahora, cuatro meses después de haberse dictado sentencia, el TSJA confirma la sentencia para dos de los condenados pero absuelve al tercero, al que en su día reconoció espontáneamente ante la Policía Nacional haber participado en la agresión armado con una catana, pese a que luego, durante el juicio, lo negara ante el tribunal.
El Alto Tribunal andaluz resuelve el recurso de apelación señalando que ninguno de los lesionados reconoció a este acusado como participante en la agresión, a diferencia de los otros dos condenados a los que confirma la sentencia.
El TSJA recoge que "supuesta la eficacia probatoria de las manifestaciones recogidas por la policía, estas no permiten atribuir a J.J.V.M. la comisión por propia mano de una acción lesiva" y asimismo que, "a falta de esa acción típica individual, el desarrollo y las consecuencias del incidente tampoco permiten adjudicarle los resultados lesivos por vía de imputación recíproca"
De esta forma, le absuelve y le levanta la condena de dos años de prisión que le impuso la Audiencia de Jaén. En concreto, la sentencia condenó a dos de ellos a dos años de prisión por un delito de lesiones y a un tercero lo condena a dos años y medio de cárcel por concurrir el agravante de reincidencia. Además, la sentencia, les condenaba a cada uno al pago de 300 euros en multas por dos delitos leves de lesiones.
En cuanto a responsabilidad civil, la Audiencia impuso para los tres indemnizar en 3.000 euros al joven que resultó herido de mayor gravedad, mientras que para las dos otras víctimas las indemnizaciones fijadas por el tribunal son de 750 y 360 euros. Ahora, a dicha cantidad deberán hacer frente los dos condenados a los que se ratificado la condena.
Entre los dos condenados, cuyo recurso rechaza el TSJA, se encuentra el autor del mensaje lanzado por WhatsApp en el que, según recoge la sentencia en el apartado de hechos probados, convocaba a sus vecinos para 'echar a los moros, a palos con ellos, por robar a un vecino'. El mensaje proseguía pidiendo que llevaran a la cita 'capucha, guantes, armas blancas y una buena garrotica'. Para todo ello se daba fecha y hora.
Durante el juicio, el autor del mensaje admitido haber mandado un audio organizando una quedada para "vengar" lo ocurrido, pero insistió en que lo hizo "sin mala intención" y que él no participó en nada.
De las seis personas que se sentaron en el banquillo, algunos reconocieron ante el tribunal haber estado en la plaza donde supuestamente se había quedado y señalaron que los que estaban con los rostros ocultos era porque iban disfrazados por ser Halloween. En su inmensa mayoría aseguraron haber estado con sus familias a la hora en la que ocurrieron los hechos.
Los hechos se remontan al 31 de octubre de 2018, cuando, según informó en su día la Policía Nacional, unas 15 personas decidieron tomarse la justicia por su mano organizando por redes sociales la citada agresión. Para ello, acudieron a la llamada con los rostros tapados y armados con palos y armas blancas.
Todos ellos se dirigieron hasta el edificio en construcción donde vivía la víctima juntos con otros dos inmigrantes más para ajusticiar a quienes consideraban responsables del robo con violencia que en plena calle había sufrido un anciano. De hecho, este anciano denunció en la Comisaría haber sido víctima de un robo y una agresión por parte de dos jóvenes, al parecer magrebíes.
Las víctimas solían pernoctar en una obra de un edificio abandonado, cuando presuntamente, según informó la Policía Nacional, "fueron sorprendidos por más de 15 personas vestidas de negro, ocultando su rostro con máscaras y pasamontañas, con el fin de dificultar su posterior identificación y que al grito de 'fuera moros', supuestamente se ensañaron con la víctima, saliendo huyendo sus dos amigos".
Del total de participantes en la agresión, la Policía acabó identificando y deteniendo a seis personas que son las que fueron finalmente juzgadas. A dos de ellos, las víctimas los volvieron a identificar durante el juicio, menos al que ahora absuelve el TSJA.
Dos de las víctimas indicaron durante la vista que un poco antes de la agresión pasaron por la plaza y vieron a un numeroso número de personas que se les quedaban mirando. Después se produjo la agresión sin que pudieran identificar al total de participantes al llevar los rostros tapados y no haber luz ya que la agresión se llevó a cabo sobre las 23,00 horas.
El que resultó con las lesiones más graves y que sufrió la amputación una falange de un dedo de la mano izquierda se ratificó en que al único agresor que reconoció fue el que el grabó el audio organizando la quedada puesto que la voz era la misma de la persona que llevaba la voz cantante mientras recibía múltiples golpes.
Como consecuencia de la agresión, uno de los jóvenes inmigrantes sufrió policontusiones en el rostro y una fractura abierta de un dedo de la mano izquierda que acabó en amputación de una falange. Los otros dos también sufrieron diversos traumatismos por los golpes recibidos.
La sentencia no es firme y puede recurrirse en casación ante el Tribunal Supremo (TS).