CÓRDOBA 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Comenzado el otoño, se inicia este viernes, a las 20,00 horas, un nuevo clico de conciertos musicales en el Centro Cultural 'José Luis García Palacios' de la Fundación Caja Rural del Sur en Córdoba, producido por Juventudes Musicales, con la actuación en esta ocasión del Quinteto con Clarinete 'Músico Ziryab', habiéndose previsto que la recaudación que se obtenga irá destinada a la Asociación Estrella Azahara.
Según ha informado la Fundación Caja Rural del Sur en una nota, el Quinteto con Clarinete 'Músico Ziryab' está formado por Encarnación Almansa y Modesto Berna, al violín; Esperanza Ortiz, con la viola; Antonio Fernández, con el violonchelo, y Juan Carlos Carrillo, con el clarinete. El programa del concierto está compuesto de dos partes; en la primera interpretará 'La oracion del torero' de Joaquín Turina, y en la segunda parte la obra 'Quinteto op. 115 para clarinete y cuarteto de cuerda en si m', de J. Brahms.
'La oración del torero, op. 34', es un cuarteto para cuatro laúdes compuesto por Joaquín Turina entre el 31 de marzo y el 6 de mayo de 1925. En 1927, Turina reálizó una adaptación para orquesta de cuerda y para cuarteto. El compositor se inspiró en la visión de un torero orando en una capilla cerca del ruedo antes de salir a torear.
El siguiente comentario iba incluido en el programa del día del estreno en Barcelona, 23 de octubre de 1928, y decía así, en palabras del propio Turina: "Una tarde de toros en la Plaza de Madrid, en aquella plaza vieja, armónica y graciosa vi mi obra. Yo estaba en el patio de caballos. Allí, tras de una puerta pequeñita, estaba la capilla, llena de unción, donde venían a rezar los toreros un momento antes de enfrentarse con la muerte".
"Se me ofreció entonces --continuaba el comentario--, en toda su plenitud, aquel contraste subjetivamente musical y expresivo de la algarabía lejana de la plaza, del público que esperaba la fiesta, con la devoción de los que ante aquel altar, pobre y lleno de entrañable poesía venían a rogar a Dios por su vida, acaso por su alma, por el dolor, por la ilusión y por la esperanza que acaso iban dejar para siempre dentro de unos instantes, en aquel ruedo lleno de risas, de música y de sol."
En cuanto al 'Quinteto op. 115', fue compuesto por Brahms en Isch (Viena) en 1891, tras un verano de descanso del compositor en Meiningen. Según Amadeo Poggi y Edgar Vallara, el compositor, tras la composición de su 'Quinteto op. lll', no tenía ganas de componer más, pero tras su amistad con el clarinetista Richard Mülhfeld y maravillado con su manera de tocar, decidió dedicarle su obra para clarinete, tanto el trío, el quinteto, como las sonatas.
Colin Lawson recoge en su libro dedicado al 'Quinteto op. 115' que Brahms mandó una carta a Hanslik en la que insiste en el sacrificio que ha supuesto la invasión del clarinete en la tradicional música de cámara que realizaba el violinista Joachim. La obra fue estrenada a final de Noviembre el Berlín (Alemania) por el cuarteto de Joachim y Mülhfeld al clarinete, cosechando un gran éxito. En 1892 la publicó Simrok y en marzo de ese año se estrenó en Londres (Reino Unido), también con un gran éxito respecto a la música y a la sonoridad del clarineteista.
Clara Schumann se interesó también por el 'Quinteto', aunque su primer acercamiento lo hizo a través de la transcripción que realizó el pianista Paul Klenger, y más tarde, en 1893, la escuchó, continuando con los elogios a esta música y al sonido profundo del clarinete de Mülhfeld.
Cabe una mención especial al clarinetista R. Mülhfeld, el cual fue inspirador, fruto de su amistad con J. Brahms, de su obra para clarinete. Mülhfeld era miembro de la orquesta de Meiningen, la cual programaba a menudo obras de J. Brahms. De hecho, éste le dio a dicha orquesta en 1882 su 'Concierto para piano no 2', para su estreno, y es allí donde se empieza a fraguar su amistad.
En numerosas cartas del compositor a Clara Schumann le describe Brahms su admiración por su manera de tocar y su intención para componer algo para clarinete. Más adelante, en un concierto de R. Mülhfeld, al cual asiste Brahms, éste interpreta los quintetos de Mozart y Weber. Como consecuencia de estos antecedentes, Brahms compone su obra para clarinete.