SEVILLA 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El 90 por ciento de la plantilla de Sevilla de los servicios a bordo de AVE y larga distancia, gestionado por Ferrovial Servicios, ha secundado la huelga, según ha indicado UGT en una nota.
El sindicato ha precisado que la multinacional Ferrovial Servicios SA viene rebajando desde 2013, las condiciones laborales y económicas de sus trabajadores, y tras más de un año de negociación, bloquea el convenio colectivo. Ha asegurado que la Inspección de Trabajo da la razón a los sindicatos y resuelve que las suplantaciones con contratados eventuales vulneran el derecho a huelga.
Este fin de semana finaliza la primera semana de huelga convocada por toda la representación laboral de la plantilla de Ferrovial que desempeña las funciones del servicio de la restauración en todos los trenes AVE y Larga Distancia de Renfe. En Sevilla, el seguimiento de la huelga ha alcanzado el 90 por ciento de la tripulación, todo un éxito que la empresa no se esperaba, y al que ha reaccionado de forma muy poco ortodoxa.
Lamenta que "al constatar la alta participación, la empresa ha estado suplantando al personal en huelga promoviendo el esquirolaje interno mediante la utilización del personal eventual y nuevas contrataciones, entendemos que para promover el enfrentamiento entre compañeros e intentar reventar una huelga cuyo éxito en absoluto preveían".
El sindicato asegura que "junto a ello, están llevando acciones tales como la persecución, grabación de vídeos, fotografías al personal concentrado, así como la apertura de expedientes a los representantes de los trabajadores, pudiendo incurrir con ello en la vulneración del derecho fundamental a la huelga, entre otras faltas, y que no debemos dejar sin respuesta".
Las organizaciones convocantes han interpuesto las denuncias pertinentes ante la Inspección de Trabajo, sin descartar la posibilidad de tomar medidas judiciales más severas si la situación persiste.
UGT anima a la plantilla a "mantener este altísimo nivel de participación" ya que esta lucha "es una carrera de fondo, y sólo si somos capaces de mantener la presión podremos conseguir que la empresa reconsidere su postura".
La huelga pretende "frenar las agresiones de Ferrovial, que en apenas unas semanas anunció, por una parte, que dejaba de aplicar el convenio vigente y, por otra, su intención de acometer un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)". Ante tales circunstancias, los trabajadores han decidido plantar cara y se están movilizando en defensa de su convenio y de sus derechos de manera ejemplar.
Finalizada la reunión sobre el ERTE celebrada el jueves, todas las organizaciones sindicales han manifestado a la empresa que entendemos que la causa no está justificada, por lo que consideran que el mismo debe ser retirado.
La empresa ha propuesto el establecimiento de un complemento que suponga un 50 por ciento de la diferencia entre lo que pueda suplementar el SEPE a cada trabajador, hasta el cien por cien de su salario.
La parte social ha ratificado que "no existe causa", aunque, no obstante, ante la posibilidad que la ley otorga a la empresa para poner en marcha la medida de manera unilateral, ha solicitado que "en caso de tomar esa decisión se haga de la manera menos lesiva para los trabajadores".
La empresa ha aclarado que el ofrecimiento estaba sujeto a la firma de acuerdo por lo que comunicará la medida en el plazo máximo de 15 días, sin el complemento propuesto.
Por su parte, CCOO ha indicado que "tras seis días de huelga de los trabajadores de Ferrovial Servicio a Bordo, la empresa sigue sin dar un paso para intentar solucionar el conflicto".
CCOO apunta en una nota que "está a la empresa un acto de buena voluntad y que se siente con la representación de los trabajadores para lograr un acuerdo, pero no solo se ha obtenido un rotundo silencio de la Ferrovial, sino que además juega sucio".
Lamenta que durante el tiempo que dura la huelga, la empresa Ferrovial "se ha dedicado a contratar personal eventual realizando servicios que deberían realizar los trabajadores que están siguiendo la huelga, para así poder contrarrestar los efectos que la lucha de estos trabajadores quieren hacer llegar a los clientes de Renfe".
"Se trata de un caso flagrante de esquirolaje que está siendo denunciado y que desearíamos que la autoridad laboral diera buena cuenta de este tipo e actuación, a estas empresas que no tienen en cuenta las normas laborales, mostrando su cara más opresiva con sus trabajadores", asevera.