SEVILLA 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Después de que el Ayuntamiento de Guillena (Sevilla), gobernado por el socialista Lorenzo Medina, haya reclamado insistentemente a la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) medidas contra la inundación de la carretera autonómica A-8080 por el caudal del arroyo Barbolí; la CHG ha esgrimido su limpieza de dicho cauce y asegura que la solución es una obra de drenaje transversal que dependería de la Administración autonómica.
La CHG ha defendido en un comunicado que ha cumplido con sus competencias en la limpieza del arroyo Barbolí, en la pedanía de Torre la Reina; y que "ante las reiteradas críticas de inacción y peticiones de solución por parte del Ayuntamiento", subraya que la principal causa de la inundaciones y cortes de la carretera autonómica A-8080 "es la obra de drenaje transversal que permite el cruce sobre el cauce, cuyo mantenimiento corresponde al titular de la infraestructura tal y como establece la normativa", o sea a la Junta.
De este modo, la Confederación informa de que durante el pasado mes de febrero intervino en una longitud de 1.580 metros en diferentes tramos del cauce del Barbolí, aguas abajo de Torre de la Reina. En un primer tramo, de 570 metros de longitud, se ha llevado a cabo una limpieza completa, eliminando la vegetación exótica invasora presente en la zona, mediante el desbroce del arundo donax (caña común) existente. También se han retirado del cauce árboles, troncos y ramas secas, así como basuras.
En un segundo tramo, de aproximadamente 790 metros, aguas abajo del anterior, se han limpiado las embocaduras y zonas anteriores a las obras de paso existentes sobre el arroyo, retirando los sedimentos acumulados. Igualmente, se han retirado árboles muertos del cauce y otro tipo de residuos. Por último, en un tercer tramo de aproximadamente 220 metros, se ha desbrozado la vegetación invasora, se han podado árboles, retirado ramas caídas y árboles secos del cauce.
En estos tramos, aguas abajo de Torre de la Reina, el arroyo Barbolí, que presenta una tipología más propia de un encauzamiento artificial que de cauce natural, tiene una escasa pendiente de un 0,2%, adecuada a la orografía por la que discurre, lo que "dificulta enormemente la evacuación de las aguas", según la CHG.