SEVILLA 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla ha acogido recientemente un coloquio ciudadano sobre el impacto del proyecto promovido por el Real Betis para remodelar el estadio Benito Villamarín y levantar en su parcela anexa un nuevo inmueble de hasta 47 metros de altura para usos hoteleros y actividades ligadas a la salud, al deporte y al ocio.
El proyecto del club, según el mismo, supondrá una inversión de entre 80 y cien millones de euros para remozar el estadio y que el mismo cuente con un nuevo diseño y equipamientos que potencien "la oferta de entretenimiento y restauración en los días de partido, antes, durante y después de los mismos, y también en los días sin actividad deportiva, convirtiéndolo en un gran centro de ocio y centro de eventos", sostiene el Betis.
El proyecto incluye edificar un nuevo inmueble de un máximo de 47 metros de altura en la actual explanada adyacente al estadio, con idea de que el nuevo recinto acoja usos hoteleros, de actividades ligadas a la salud y al deporte y de ocio. Incluirá además un aparcamiento subterráneo con capacidad para 400 plazas.
Como contrapartida, según el club, la construcción del citado edificio anexo llevará consigo que la entidad deportiva esté obligada a facilitar al Ayuntamiento de Sevilla unos 3.000 metros para dotaciones públicas, así como liberar también unos 2.500 metros del espacio del estadio correspondiente a su fachada con la avenida de la Palmera.
A LA JUNTA DE DISTRITO
Pero recientemente, la junta del Distrito Bellavista-La Palmera aprobaba una moción presentada por la asociación Parque Vivo del Guadaíra, con el apoyo de las entidades vecinales Pedro Salvador, Foro de Heliópolis, Puerto de Sevilla, Siete Calles, Bermejales Activa, Los Andes, Reina Mercedes y Urban Century 29; que solicitaba la paralización del proyecto, para que se "adecue" a las demandas vecinales "y a los criterios internacionales de seguridad".
Las citadas asociaciones expresaban en la exposición de motivos de su moción su "deseo" de que el citado estadio "vea acabado su proyecto para disponer de unas instalaciones más confortables y seguras", al tiempo que se oponen frontalmente a la construcción anexa al recinto deportivo "de 32.000 metros cuadrados de suelos de usos terciarios, ya que tensionaría aún más un sector ya saturado, afectando gravemente a la calidad de vida y al paisaje urbano heredado de la ciudad de la Exposición Iberoamericana de 1929".
Para los colectivos, este proyecto "no convence a los vecinos de unos barrios que conviven malamente los días de fútbol con su vida cotidiana, más aún cuando se publicita la idea de un modelo de explotación intensiva del espacio 365 dias/24 horas".
En este marco, la Asociación Parque Vivo del Guadaíra, con la colaboración del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, ha celebrado recientemente este coloquio ciudadano, para ahondar en el debate suscitado.
En el coloquio, según informa la asociación, Pablo Arias Sierra, profesor del Departamento de Urbanística, reflexionó sobre el contexto urbanístico del estadio Benito Villamarín y habló de estudios de expertos anglosajones "que ya demostraron la capacidad de las grandes infraestructuras de generar cambios en su entorno, incluso en zonas distantes".
EL "MODELO AMERICANO"
Antonio González Liñán, que colaboró con su padre en el proyecto del estadio actual (1998) y participó en el concurso internacional promovido por el club, consideró que "la apuesta del club responde al interés de los fondos de inversión por estos activos que responde a un modelo americano que es conflictivo cuando se implanta en la ciudad consolidada, como es el caso de Heliópolis, como sucede con el caso del Bernabeu".
Manuel A. González Fustegueras, redactor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla, vigente desde 2006, consideró que todo deriva de "la ruptura del sueño de un estadio único" en el que conviviesen ambos clubes, destacando que el PGOU no cede "nada" a los mismos pese a las "presiones" recibidas durante su confección para incorporar nuevos usos comerciales.
Recientemente, recordémoslo, el pleno del Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el popular José Luis Sanz, aprobaba el documento inicial de una nueva modificación del PGOU de 2006 para "ampliar los usos compatibles con las instalaciones deportivas singulares", como es el caso de los estadios del Sevilla y el Betis. Se trata, según figura en el documento aprobado, de "permitir en las instalaciones deportivas singulares", como son estos estadios; no sólo "usos compatibles que coadyuven a los fines dotacionales", sino además "otros usos que favorecen la gestión, impulso y mantenimiento de dichas instalaciones, exceptuando los usos de industria manufacturera y residencial y las estaciones de servicio".
REPRESENTACIÓN VECINAL
Teresa García Azcárate , ingeniera agrónoma; y Cristina Rus Tabernero, gestora cultural, expusieron la posición de los vecinos, mencionando "lo desproporcionado de lo previsto en el convenio, que da pié al regalo al club de una edificabilidad de 32.000 metros cuadrados, ya que según un calculo conservador el valor de lo recibido por cada parte tiene una proporción de 1 a 9 a favor del club"; además de que "se ocupa un espacio que debe ser reservado sin uso para facilitar un acceso y un desalojo seguro", entre otros aspectos.
El Gobierno popular del Ayuntamiento, de su lado, viene defendiendo que no va a "regalar nada a nadie" y que aún tiene que recibir y revisar "los estudios pormenorizados", con los correspondientes "estudios de ordenación e informes sectoriales" antes de adoptar una decisión.