Condenada una pareja por vender coca y hachís en la casa de La Rinconada (Sevilla) donde vivían con sus hijos menores

SEVILLA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Sevilla ha condenado a una pareja residente en La Rinconada, por vender cocaína y hachís en el domicilio donde conviven con sus dos hijos menores de edad.

En una sentencia emitida el pasado 16 de septiembre y recogida por Europa Press, la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla declara probado, de conformidad entre las partes del procedimiento judicial y por reconocimiento expreso de los acusados, que son Sergio R.A. y María del Mar C.G., el primero de ellos con antecedentes penales; que ambos "se dedicaban a la venta de droga, por el sistema conocido de menudeo, de cocaína y hachís, en fechas cercanas a enero hasta finales de mayo del 2023, en su casa y morada de La Rinconada, donde convivían con sus dos hijos menores de edad".

Según el relato de hechos probados, "en base a informes de la Policía Local de la referida localidad, la Guardia Civil inició una investigación para comprobar los hechos, viendo cómo se realizaba la venta de pequeñas cantidades de cocaína y hachís por los acusados a través de la ventana del domicilio referido, realizándose diferentes incautaciones a clientes que acudían a la compra de las referidas drogas".

Además, en el registro del domicilio de ambos investigados el 7 de junio de 2023, según la sentencia, "se intervinieron en las distintas dependencias 4.500 euros fraccionados en billetes de 100, 50, 20, 10 y 5 euros, libretas con anotaciones de clientes, cuatro envoltorios de cocaína con un peso total de 1,01 gramos y una pureza del 81,73 por ciento; 5,12 gramos de resina de cannabis con una pureza del 49,41 por ciento de THC, una planta de cannabis con peso de 1,14 gramos y 2,17 gramos de planta de cannabis picada, todo ello con un valor en el mercado de 160 euros".

Al reconocer los inculpados estos hechos, la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla condena a Sergio R.A. a dos años de prisión y una multa de 150 euros por un delito contra la salud pública; mientras su pareja es condenada a un año y nueve meses de prisión y la misma cuantía de multa por el mismo delito.

No obstante, sus penas de prisión han quedado suspendidas, siempre y cuando no vuelvan a delinquir por un periodo de dos años, según figura en la sentencia.