Evelia Rincón acusa al PSOE de haber "abandonado" el árbol tras haber aprobado la tala promovida por el párroco de San Jacinto
SEVILLA, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el popular José Luis Sanz, ha anunciado este viernes su decisión de "retirar" el ficus centenario de la parroquia de San Jacinto, dado el informe del Servicio de Parques y Jardines que certifica el "colapso final" del emblemático árbol tras "el descope total" por "el conato de tala en agosto de 2022"; proponiendo el técnico redactor "la eliminación del árbol muerto y la plantación de un nuevo ejemplar perteneciente a una especie que pueda compensar los beneficios medioambientales, paisajísticos y ecológicos".
La concejala de Arbolado, Parques y Jardines, la popular Evelia Rincón, ha señalado el resultado de este informe que coincide con la reciente efeméride de los dos años de la tala acometida en el árbol, una tala promovida por el párroco de San Jacinto y autorizada por el Ayuntamiento, entonces gobernado por el PSOE y ahora por el PP.
Recordemos al respecto que el párroco, a la hora de promover la tala del portentoso árbol, esgrimía motivos de seguridad por sus caídas de ramas sobre la calle y además de mantenimiento, extremo este último objeto de un convenio final entre la Orden de los Dominicos, propietaria de la parroquia de San Jacinto, y el propio Consistorio.
En este marco, este informe municipal aborda la situación del ficus y expone que "tras el descope total del ejemplar llevado a cabo en el conato de tala en pleno agosto de 2022, el árbol sufre una serie de circunstancias que han provocado su colapso final"; sobre todo por la "eliminación de toda la masa foliar", la "exposición de toda la corteza de la estructura residual a la insolación estival y altas temperaturas" o la proliferación de "hongos saprofitos que aprovechan la debilidad y precariedad del ejemplar", entre otros aspectos.
SIN "POSIBILIDAD DE RECUPERACIÓN"
Dado el caso, este informe que firma un ingeniero técnico agrícola concluye que "el ejemplar no tiene posibilidad de recuperación", considerando que "la estructura actualmente existente se irá descomponiendo poco a poco a un ritmo no predecible que va a depender de los condicionantes atmosféricos y la actuación de los organismos saprofitos que actúen en sus tejidos".
Así, el informe propone "la eliminación del árbol muerto y la plantación de un nuevo ejemplar perteneciente a una especie que pueda compensar los beneficios medioambientales, paisajísticos y ecológicos que proporcionaba el ficus en su máximo momento de esplendor huyendo de los conflictos que pudieran surgir en cuanto a funcionalidad, seguridad, competencia con espacio y molestias a los ciudadanos".
Ante ello, la edil Evelia Rincón ha defendido que "el Gobierno actual se ha afanado en recuperar el ejemplar con tratamientos específicos como el control adecuado del riego a demanda y la ampliación del parterre para liberar las raíces y favorecer su funcionamiento, así como un contrato específico de 7.115,72 euros, pero los efectos del intento de tala de 2022 aprobado por el Gobierno anterior marcaron el triste devenir de este emblemático ejemplar, que estuvo abandonado durante un año por el equipo de Antonio Muñoz hasta que afrontamos la situación".
"Hemos realizado todo lo posible. El árbol no ha mostrado una recuperación suficiente y este deterioro irreversible indica que el ficus no tiene posibilidad de recuperarse", ha lamentado la concejala, señalando que el citado informe municipal recomienda "retirar el ejemplar y estudiar la plantación de un nuevo ejemplar".
La plataforma ciudadana en defensa del ficus viene defendiendo, recordémoslo, no sólo agotar hasta las últimas consecuencias las posibilidades de recuperación del ejemplar, sino además conservarlo íntegro en caso de su muerte final, como elemento de memoria y concienciación de las necesarias políticas de fomento del arbolado y el medio ambiente.
LA TALA DEL FICUS
En concreto, en agosto de 2022, la Orden de los Dominicos, propietaria de la parroquia de San Jacinto, inició la tala del emblemático ficus del compás de dicho templo, extremo autorizado por el Ayuntamiento hispalense merced a la licencia solicitada por la orden; alegando el párroco que "cinco estudios" avalarían según aseguraba la "necesidad" de la tala a cuenta de las repetidas caídas de ramas, la más grave en marzo de 2021 con seis heridos en la vía pública, tres de ellos hospitalizados; así como la afección de sus raíces a la estructura del propio templo.
Entretanto, los vecinos contrarios a la tala avisaban de un "atentado incomprensible e inadmisible" al patrimonio arbóreo de Sevilla, recordando el carácter emblemático de este ficus y reclamando otras soluciones.
La tala fue comenzada pero cuando estaba en marcha, la licencia concedida por el Ayuntamiento hispalense a la parroquia fue suspendida de manera cautelar, tras ser recurrida la misma por vía judicial por la Asociación de la Jardinería Andaluza (AMJA).
SUSPENSIÓN DEL LITIGIO Y SUBVENCIÓN NOMINATIVA
Ya en septiembre de 2022, el juzgado suspendió el curso del litigio después de que todas las partes del procedimiento judicial hubiesen "presentado un escrito solicitando la suspensión del proceso, por encontrarse en vías de alcanzar un acuerdo" extrajudicial; y en abril de 2023 el Ayuntamiento aprobaba destinar 78.099 euros, a continuar con 32.920,55 en 2024, como subvención nominativa a la Orden de los Dominicos para sufragar el encargo de la misma al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre un dictamen en torno a "las posibilidades de supervivencia" del ficus de un modo en el que no incida en la seguridad arquitectónica del templo y de los viandantes.
En este marco, en agosto de 2023, el entonces nuevo alcalde hispalense, el popular José Luis Sanz, anunciaba un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Orden de Predicadores, para "una solución satisfactoria para todas las partes, garantizando el mantenimiento del ficus, que pasaría a ser competencia municipal, y desistiendo expresamente la orden de la licencia de apeo del árbol".
Además, gracias a este convenio, el uso del jardín de entrada a la iglesia era cedido a la ciudad como nuevo espacio público para su uso y disfrute; incluyendo el acuerdo el desistimiento de la decisión municipal de abonar a la parroquia los 111.000 euros aprobados para que la iglesia pagase el mencionado estudio científico.