SEVILLA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
La sala El Cachorro, en Triana, ha acogido este miércoles la presentación de la plataforma ciudadana "Salvemos el Guadalquivir" y su página web, sosguadalquivir.es, promovida por colectivos ecologistas, científicos, docentes y profesionales de diversos ámbitos; ante el temor de una a "catástrofe inminente" en el río como consecuencia del impacto de la minería industrial y sus "vertidos contaminantes".
La citada plataforma señala el vertido "tóxico" al río implícito en el nuevo proyecto de explotación de la mina de Aznalcóllar a manos de la entidad Minera Los Frailes, sociedad instrumental de la alianza empresarial conformada entre Grupo México y Minorbis para la reapertura de la famosa corta minera.
La reapertura de la mina, según la entidad promotora, cuenta con una inversión prevista de 316 millones de euros y la previsión de crear unos 2.000 empleos directos e indirectos, para la extracción de 45 millones de toneladas de sulfuros polimetálicos, es decir, cobre, zinc y plomo; durante al menos 17 años tras los tres primeros años de reacondicionamiento de la corta.
Pero según alertan los colectivos ambientalistas, el proyecto de reapertura de la mina de Aznalcóllar, que cuenta ya con autorización ambiental unificada pero aún no con declaración de impacto ambiental; supone "verter un total de 85.520 millones de litros de aguas contaminadas con metales pesados, durante 18 años y medio, frente al estadio de la Cartuja", con destino al Estuario del Guadalquivir y con efectos a un entorno declarado como Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000.
LA CATÁSTROFE DE AZNALCÓLLAR EN 1998
Se trata, según los ecologistas, de metales como arsénico, cadmio, cobre, cromo, mercurio, niquel, plomo, selenio y zinc; considerando que "no se ha aprendido nada" de la devastadora catástrofe natural acontecida en 1998 como consecuencia de la fractura de la balsa de residuos de metales pesados del complejo minero de Aznalcóllar, explotado entonces por Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa).
La empresa, de su lado, descarta tales extremos y asegura tener planeada "una estación depuradora de agua de última generación y una nueva red de infraestructuras para la gestión hídrica del proyecto"; mientras la Junta de Andalucía defiende que el proyecto cumple todos los parámetros medioambientales, negando dicho "vertido tóxico".
Pero la nueva plataforma promovida por los colectivos detractores del proyecto ve "insuficiente" el proceso de depuración del agua e insiste en que todo derivará en "vertidos masivos desde la mina Los Frailes, propiedad de Grupo México, que construirá una tubería de 30 kilómetros desde Aznalcóllar para derramar 85.520 millones de litros de agua con metales pesados tóxicos".
"Estos vertidos se sumarán a los 44.460 millones de litros de agua procedentes de la tubería de 12 kilómetros desde la mina Las Cruces", avisan respecto al recinto minero de Fisrt Quantum en suelos de Gerena, Salteras y Guillena, que cuenta con un proyecto de nueva mina subterránea y una nueva solicitud de vertido.
"AGUAS TÓXICAS VENENOSAS"
Las previsiones, según la plataforma, apuntan a casi "130.000 millones de litros de aguas toxicas venenosas, autorizados para ser vertidos en el cauce del Guadalquivir sin estudios adecuados de impacto de acumulación en los sedimentos y la biota"; pues en ambos proyectos mineros sólo se realizará "un proceso de depuración de las aguas que es a todas luces insuficiente, pues la carga contaminante acumulada total vertida al estuario del Guadalquivir mantiene un alto contenido en arsénico, cadmio, cobre, cromo, mercurio, níquel, plomo, selenio y zinc, entre otros metales".
"Se corre peligro de que estos vertidos envenenen el estuario del Guadalquivir hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda y a las puertas del Parque Natural de Doñana; lo que pondrá en grave peligro no solo la integridad de los ecosistemas, sino la salud de las personas y la seguridad alimentaria, pues el estuario abastece de agua a una proporción importante de los arrozales, de la agricultura de riego comarcal, siendo además un vivero fundamental de mariscos y pescado", advierte la plataforma.
Por eso, los promotores de la plataforma piden que la Junta reclame a las empresas de ambos proyectos mineros "la puesta en marcha de un sistema de depuración completa del agua mediante osmosis inversa o membranas", gracias al cual "el agua depurada podría usarse para un aprovechamiento sostenible en la comarca, generando empleo y riqueza ambiental". "El Guadalquivir no es una cloaca, sino fuente de Vida y base de muchos sectores económicos que resultarán gravemente afectados. Tendemos la mano a la Junta para colaborar con el objetivo de prevenir la catástrofe anunciada para el río", enfatiza.