SEVILLA 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Sevilla ha detenido al conductor de un turismo que se dio a la fuga en un control de alcoholemia en la calle Reyes Católicos de la capital, tras más de cuatro kilómetros de persecución "a gran velocidad" por vías urbanas, el vehículo acabó empotrado y en llamas junto al Hospital de San Lázaro.
Según informa el Consistorio hispalense en una nota, en torno a las 5,00 horas de este sábado, un turismo se acercó al control itinerante de alcohol y drogas que la Policía Local de Sevilla estaba desarrollando en la calle Reyes Católicos, por lo que los agentes procedieron a desviarlo hacia el interior de la zona acotada para someter a su conductor a las pruebas de alcoholemia.
En ese instante, el conductor, lejos de obedecer las indicaciones de los efectivos policiales, aceleró acometiendo contra el dispositivo por lo que los agentes tuvieron que apartarse para evitar ser atropellados, según informa el Ayuntamiento. Así, el vehículo, de alta gama --capaz de desarrollar potencias desde 571 a 612 caballos--, emprendió la huida a toda velocidad.
De manera inmediata, se activó el dispositivo de reacción del control de alcoholemia con el apoyo del resto de efectivos de Policía Local, y en la calle Marqués de Paradas, un furgón de este cuerpo le cortó el paso logrando detener al turismo, pero cuando se acercaron los agentes, volvió a acometer contra los mismos para atropellarles y a emprender una veloz huida.
La persecución continuó desde ese lugar hacia la zona de la Macarena, por delante de la Basílica, tomando dirección hacia la zona norte. Al llegar a las inmediaciones del Hospital de San Lázaro, el turismo saltó por encima de las isletas existentes para luego terminar empotrado contra un lateral de este centro. Tras el choque, el vehículo salió ardiendo, y sus cinco ocupantes --que resultaron heridos, siendo uno de ellos una persona embarazada--, lograron salir por su pie.
Tras esto, los agentes procedieron a la detención del conductor, un varón de 30 años de edad que dio positivo en la prueba de alcoholemia y drogas y que, entre sus pertenencias, se le localizaron trozos de hachís. El detenido, del que constan tres detenciones anteriores, la última en 2012 por detención ilegal, tras ser asistido en un centro médico fue trasladado a dependencias policiales, y se espera que a lo largo del día de este sábado será puesto a disposición judicial.
La persecución se desarrolló a gran velocidad, ya que, según algunos testigos y agentes, el vehículo pudo circular cerca de los 180 kilómetros por hora en algunos tramos, como la avenida Doctor Fedriani, "sin respetar semáforos y poniendo en claro peligro el tráfico", de tal manera que varios conductores tuvieron que apartarse para evitar ser embestidos. Asimismo, los agentes que le perseguían pudieron ver en la distancia el resplandor de la colisión que causó "daños cuantiosos en mobiliario urbano y en vehículos estacionados".
Al respecto, el delegado de Seguridad del Ayuntamiento hispalense, Juan Carlos Cabrera, ha felicitado a los agentes por la actuación por "arriesgar sus vidas para tratar de detener a un delincuente que llegó a poner en riesgo la vida de muchas personas durante su huida y que afortunadamente no ha provocado víctimas".
Así, "este tipo de conductores son los que hay que quitar de la circulación porque son un grave peligro para todos y, por ello, la Policía Local va a ser muy rígida en este aspecto, ya que un irresponsable apartado del volante es un peligro menos para la sociedad", ha apostillado.