Foto: EUROPA PRESS/PARLAMENTO/ARCHIVO
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Desea que "cuanto antes, los que hayan cometido un delito lo paguen y los que sean inocentes vean restablecido su buen nombre"
SEVILLA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha reiterado este miércoles durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad su compromiso de ser "implacable con la corrupción, con los corruptos y, en consecuencia, con ese sentimiento de repugnancia y desánimo que produce entre nuestros ciudadanos" porque ha advertido de que "o acabamos con la corrupción o se convertirá en un lastre demasiado pesado para nuestra democracia, nuestra economía y nuestro futuro".
Díaz ha lanzado este mensaje al inicio de su discurso, durante el que ha anunciado nuevas medidas para avanzar en la transparencia como la aprobación de una Ley que regule el Estatuto de los Altos Cargos de la Junta de Andalucía y el adelantamiento de la puesta en funcionamiento del Consejo de Transparencia y Protección de Datos y del Portal de la Transparencia al primer trimestre del próximo año con el objetivo de que "la totalidad de los dineros públicos quede bajo el escrutinio de cualquier ciudadano" en un ejercicio de transparencia "sin precedentes en España y en la mayoría de los países de Europa".
Ha señalado que "combatir la corrupción política es, sin duda, una exigencia ética, pero es también una necesidad política de primer orden" que exige una "toma de conciencia de la necesidad real de hacerlo, sin tregua y sin concesión de ninguna clase", ya que ha lamentado que "en muchas ocasiones los ciudadanos se preguntan si realmente hay, por parte de los poderes públicos, voluntad" de combatir la corrupción porque la sociedad "está cansada de que se aborde de manera oportunista y partidista por parte de los partidos políticos" y "no se traga ya eso de 'Justicia, señor, pero por mi casa no".
Frente a ello, la jefa del Ejecutivo andaluz ha reiterado su compromiso expresado hace un año de ser "implacable contra la corrupción", aunque ha admitido que ello no significa que se hayan "resuelto todos los problemas que teníamos en este terreno". "Queda trabajo por hacer, investigaciones que completar, obligaciones que exigir, responsabilidades por señalar, modificaciones normativas por desarrollar, pero nadie, nadie honestamente puede afirmar que mi voluntad anunciada el pasado año de ser implacable no se ha trasladado al terreno de los hechos", ha defendido Díaz, que ha reivindicado su compromiso de "colaboración con la justicia" de forma "sincera, diligente y rigurosa".
En este sentido, la presidenta de la Junta ha expresado su "respeto" por las actuaciones judiciales relativas al caso de los ERE irregulares y la investigación sobre los cursos de formación, su deseo de que "cuanto antes, los que hayan cometido un delito, lo paguen, y los que sean inocentes vean restablecido su buen nombre" y su compromiso de "cumplir con las obligaciones que nos corresponden como administración desde el punto de vista del control" para que "pueda recuperarse hasta el último euro que se haya desviado de sus fines".
Tras recordar que la Junta está "revisando uno a uno los expedientes de formación" en un "enorme esfuerzo sin parangón en ninguna otra comunidad" y está propiciando las modificaciones normativas y organizativas necesarias "para que episodios como los de los ERE no puedan tener ni el más mínimo resquicio legal para repetirse", Díaz ha resaltado que el Parlamento también trabaja en la reforma legal de la Cámara de Cuentas para reforzar sus competencias de control y sanción y el anteproyecto de la nueva Ley de Formación Profesional establece "nuevos y rigurosos controles para las ayudas".
"NO ACEPTO QUE LA CORRUPCIÓN SEA INEVITABLE"
"No estoy por la labor de aceptar que la corrupción sea inevitable, de ninguna manera. Los problemas tienen solución y lo que hay que hacer es dejar de lado las excusas y ponerse a la tarea", ha subrayado la presidenta de la Junta, que se ha mostrado convencida de que "la implantación de los más altos estándares de lucha contra la corrupción tiene muchos beneficios: morales, políticos, también económicos en la medida que fortalece la confianza en nuestra tierra y en nuestra autonomía".
En este sentido, ha expresado su deseo de que su "empeño" en combatir la corrupción "fuera compartido por todos los grupos porque otra de las cosas que tenemos que conseguir es que los partidos políticos que hoy son vistos como un problema por los ciudadanos, empecemos de nuevo a ser parte de la solución de los problemas reales".
"O acabamos con la corrupción, con los corruptos, y con ese sentimiento de repugnancia y desánimo que produce entre nuestros conciudadanos, o la corrupción se convertirá en un lastre demasiado pesado para nuestra democracia, nuestra economía y nuestro futuro", ha insistido Díaz, que ha recalcado que "todo este esfuerzo de transparencia y claridad en la gestión pública no será suficiente para recuperar el prestigio de las instituciones si quienes desempeñamos nuestra responsabilidad no somos capaces de anteponer en toda ocasión los intereses de los ciudadanos a los de nuestros partidos".