Leonardo García Sanjuán reclama "actuaciones" para proteger mejor los vestigios calcolíticos del plan parcial número cuatro
SEVILLA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una vez en circulación el libro 'Montelirio: Un gran monumento megalítico de la Edad del Cobre', que reúne los estudios científicos relacionados con esta construcción descubierta en 1998 en Castilleja de Guzmán (Sevilla), habrá que tener "paciencia" para que sean expuestas las centenares de piezas de oro, marfil, ámbar y sílex rescatadas de la tumba, toda vez que se torna ya "preocupante" el futuro de las múltiples estructuras megalíticas detectadas en su entorno inmediato.
El dolmen de Montelirio, recordémoslo, está enclavado en la zona del plan parcial número cuatro de Castilleja de Guzmán y está caracterizado por un corredor de aproximadamente 39 metros de longitud, una cámara principal de 4,75 metros de diámetro y otra cámara secundaria de 2,7 metros de diámetro, bajo un túmulo de 2,75 metros de altura.
Se encuadra, por cierto, en las 779,16 hectáreas de los municipios de Valencina de la Concepción y Castilleja declaradas como Zona Arqueológica, al estar pobladas por múltiples vestigios de la antigua cultura que habitaba este sector de la cornisa del Aljarafe, allá por la Edad del Cobre.
El mencionado libro, presentado este martes en la biblioteca provincial Infanta Elena, recoge así los resultados de los estudios e investigaciones científicas realizadas merced a las excavaciones arqueológicas acometidas en el dolmen y su entorno entre 2007 y 2010. En tales estudios, según la información recogida por Europa Press, han participado a lo largo de estos años 45 especialistas de 16 universidades y centros de investigación de cinco países distintos (Alemania, España, Estados Unidos de América, Nueva Zelanda y Reino Unido), con el uso de algunos de los métodos y técnicas de investigación más a la vanguardia de la arqueología moderna.
GRANDES DESCUBRIMIENTOS
Y es que las mencionadas excavaciones arqueológicas, recordémoslo, supusieron el rescate de no pocos restos óseos humanos, así como un espectacular ajuar formado por unas 4.000 cuentas de collar y numerosas figuras zoomorfas, otros utensilios y objetos de marfil, sílex o ámbar, dos altares circulares y más de cien puntas de flecha.
La obra, así, recoge no sólo un análisis del monumento megalítico y los productos artesanales y artísticos de piedra, marfil, oro y ámbar recuperados del mismo, sino además formula toda una descripción de la forma de vida de las sociedades de la Edad del Cobre, profundizando en su tecnología, artesanía, pautas de contacto e intercambio, y su organización social.
El libro, según ha señalado a Europa Press Leonardo García Sanjuán, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla y uno de los editores científicos de la publicación, constituye todo un avance en materia de investigación, porque se trata del "primer monumento megalíticos español estudiado con una metodología científica de amplio espectro, que incluye los métodos más modernos de datación, análisis de restos humanos y caracterización de objetos artesanales y artísticos".
"Interpretamos el colectivo enterrado en esta tumba como un posible 'colegio' de especialistas religiosos, o sea sacerdotisas, que en el siglo 28 antes de Cristo tuvo una gran relevancia social y que probablemente habrían tenido fama e influencia mucho más allá de los límites de la antigua población calcolítica sevillana", resume García Sanjuán respecto a las teorías expuestas en la publicación.
"PACIENCIA" PARA LA MUESTRA
Leonardo García Sanjuán, quien ha participado en la presentación del libro junto a Álvaro Fernández Flores, director de las excavaciones; la viceconsejera de Cultura, Marta Alonso; los alcaldes de Castilleja y Valencina, Tasio Oliver y Antonio Manuel Suárez, respectivamente; y el delegado territorial de la Consejería de Cultura, José Manuel Girela, ha expuesto además que esta publicación "demuestra la significación" de este dolmen como nuevo "clásico" de la Prehistoria reciente en Andalucía y refleja la "cantidad de material musealizable" recuperado en las mencionadas excavaciones.
"Tenemos varios cientos de piezas. Sólo de piezas y fragmentos de marfil hay unos 6,5 kilos", ha señalado, avisando eso sí de que "habrá que tener paciencia" para poder disfrutar de una exposición en toda regla de estos materiales, pues a día de hoy, "ni en Castilleja de Guzmán ni en el Museo Arqueológico de Sevilla (pendiente desde hace años de una reforma integral), se dan las circunstancias adecuadas" para una muestra como la que requiere la "gran cantidad de material" rescatado del dolmen de Montelirio.
Además, Leonardo García Sanjuán ha alertado de que aunque el dolmen "no corre ningún riesgo de conservación", pues después de las excavaciones arqueológicas acometidas entre 2007 y 2010 fue cubierto "con técnicas muy apropiadas", no sucede lo mismo con las múltiples estructuras calcolíticas descubiertas en el plan parcial número cuatro, en el propio entorno del dolmen, en el marco de las cautelas preventivas asociadas a los desarrollos urbanísticos allí planeados. "Aquello no quedó tan bien tapado y su situación es preocupante", ha dicho, en demanda de alguna "actuación" de conservación.