SEVILLA 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Ecologistas en Acción ha criticado que el Gobierno popular del Ayuntamiento de Sevilla, con José Luis Sanz como alcalde, apueste por recuperar el proyecto de la Ronda Urbana SE-35, retomado después de que sus actuaciones fuesen suspendidas en 2015, una vez que la Unión Europea concluyese que se incumplían los preceptivos procedimientos de evaluación "ambiental" y reclamase la adopción de "las medidas necesarias".
Según los activistas, "el dictamen que llevó al Parlamento de la Unión Europea en 2015 a amenazar con una sanción al Gobierno de España ante el Tribunal de Justicia derivó en la suspensión "sine die" de la SE-35 por vulneración de la legislación comunitaria en materia de evaluación ambiental; fruto de la denuncia de la asociación Movida Pro-Parque y el Foro de Amigos del Parque del Tamarguillo en marzo de 2014. "Fuimos hasta allí y estamos dispuestos a volverlo a hacer" aseguran.
"La SE-35 necesaria para la Gerencia de Urbanismo sólo busca especular con las grandes bolsas de suelos del entorno de aeropuerto y solo generará problemas de tráfico y en los servicios ya saturados de los barrios colindantes", avisan.
El tramo previsto de la SE-35, según alertan, "está planificado sobre la llanura de inundación de tres arroyos, el Miraflores, el Tamarguillo y el Ranillas. Son frecuentes los desbordamientos sobre infraestructuras, como la SE-20 en los barrios de Pino Montano, Aeropuerto Viejo, Valdezorras y Vistahermosa. La reciente aprobación de tres planes parciales en Santa Bárbara, junto al canal del Bajo Guadalquivir, afectaría también a las viviendas proyectadas sobre suelos que ocupan cauces abandonados, con lagunas y charcas temporales, y zonas destinadas al sistema general de espacios libres".
El parque del Tamarguillo, según insisten, "es una realidad consolidada y demandada por el vecindario y los centros educativos. Se han restaurado solares degradados y se recuperó ambientalmente el arroyo con fondos europeos", avisando de que "la SE-35 impactará sobre la laguna del Sapo".
"Si la construcción de la SE-35 se llevara a cabo a través del parque produciría un impacto grave sobre el humedal recuperado. Este fue el punto que nos alentó a denunciar el despropósito de la Gerencia de Urbanismo y que terminó atendiendo el Parlamento Europeo a través de la Comisión de Peticiones. Si lo que prima para algunos es ganar dinero, lo que nos preocupa a las personas que vivimos aquí, es nuestra calidad de vida. Hemos entendido en Valencia que una infraestructura que atenta contra el medio ambiente es un riesgo para la salud de las personas".