MADRID 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
España ha prohibido este martes la entrada en Gibraltar a varios camiones cargados de hormigón, según han informado las autoridades del Peñón, poco después de que se conociera la denuncia interpuesta por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que dirige Miguel Arias Cañete por el vertido de 70 bloques de hormigón en aguas próximas a Gibraltar.
En un comunicado, el Gobierno gibraltareño ha denunciado que este martes ha sido informado de que las autoridades españolas habían impedido atravesar la frontera a varios camiones que se dirigían a Gibraltar con hormigón. En la nota, las autoridades de la colonia no dicen si el destino era la construcción de bloques como los que fueron lanzados hace unos días al mar.
La semana pasada, pescadores españoles que faenan en las aguas próximas al Peñón alertaron a la Guardia Civil de que remolcadoras gibraltareñas estaban lanzando al fondo del mar bloques de hormigón. Los marineros denunciaron que el objetivo de esta acción era perjudicar su labor, mientras que Gibraltar aseguró que se trata de la construcción de un arrecife artificial para proteger la biodiversidad del fondo marino.
El Ministerio que dirige Arias Cañete ha decidido interponer una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente al considerar que el lanzamiento de estos bloques, "sin ningún tipo de autorización", incumplió "varias normas medioambientales". Además, ha avisado de que estos vertidos han dañado "gravemente" a "la totalidad de las modalidades y especies habituales de la flota, tanto de Algeciras como de la Línea de la Concepción".
GIBRALTAR DICE QUE SIGUEN LAS COLAS EN LA VERJA
En el mismo comunicado en que denuncia que las autoridades españolas no han permitido cruzar la frontera a los camiones, aunque sin relacionar ambos asuntos, el Gobierno gibraltareño informa también de que en la mañana de este martes se han repetido los controles a vehículos en la frontera por parte de agentes de la Guardia Civil.
Según indica el comunicado, los registros se produjeron entre las 10,00 y las 12,30 horas, provocando "una cola de entre 2,5 y 3 horas". En ellos, se preguntaba a las personas que esperaban para entrar en Gibraltar si llevaban dinero en efectivo que declarar.
El Gobierno de Gibraltar asegura que permanecerá "vigilante" sobre estos acontecimientos para "determinar si son incidentes aislados o son parte de la continua campaña ilegal de hostigamiento contra Gibraltar".
El pasado domingo, el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, telefoneó al jefe de la diplomacia española, José Manuel García Margallo, para protestar por los registros que se habían producido durante el fin de semana en la frontera, que según el Gobierno gibraltareño habían provocado colas de más de seis horas.
En su conversación, García Margallo trasladó a su homólogo que España tiene la "obligación" de hacer estos controles exhaustivos para velar por el cumplimiento de las normativas europea y española --sobre circulación de personas, contra la evasión de capitales y el contrabando-- y le explicó que se harán siempre que se considere "necesario".
Además, recalcó que España también tiene la obligación de "cumplir las normas de la Unión Europea sobre protección medioambiental" y aprovechó para trasladarle que el Gobierno debe velar "por los intereses de los pescadores españoles que faenan en aguas españolas".