Extracción de testigos de un árbol
EUROPA PRESS/UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE
Publicado: viernes, 12 enero 2018 17:55

SEVILLA 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un equipo internacional de personal investigador liderado por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), Cetemas (Asturias) y el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) de Zaragoza ha desarrollado un estudio que concluye que el incremento de emisiones atmosféricas por el desarrollo industrial y la detección a nivel global de erupciones volcánicas pasadas, entre otros cambios químicos de la atmósfera, podrían ser registradas en los anillos anuales de crecimiento de los bosques centenarios de la Península Ibérica.

En concreto, puede darse en árboles viejos refugiados en la alta montaña de áreas remotas menos explotadas que otras que se encuentran a menor altitud. Se trata de los bosques subalpinos de pino negro (pinus uncinata) de los dos Parques Nacionales pirenaicos 'Ordesa y Monte Perdido' y 'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici'.

Esta investigación ha sido liderada por Andrea Hevia, investigadora de Cetemas y colaboradora del IPE-CSIC y, además, ha contado con personal científico de la Universidad de Barcelona y la Universidad Técnica de Múnich (Alemania). El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Science of the Total Environment bajo el título 'Towards a better understanding of long-term wood-chemistry variations in old-growth forests: A case study on ancient Pinus uncinata trees from the Pyrenees'.

Los autores de este trabajo han analizado los cambios temporales de la composición química de los anillos anuales de crecimiento de los árboles viejos del Pirineo, empleando dendroquímica y utilizando el análisis indirecto de la composición química de los anillos a escala anual y estacional a partir de un escáner especializado y no destructivo de maderas --itrax multiscanner, cox analytical systems-- que usa como método la fluorescencia de rayos X. De este modo, han desarrollado una novedosa metodología que analiza los cambios atmosféricos en los últimos 700 años a escala anual, e incluso estacional, a partir de los anillos de crecimiento de los árboles.

Los investigadores observaron un incremento del contenido en elementos como el fósforo, azufre y cloro a partir del año 1850, periodo en el que comienza la revolución industrial en Europa y, por tanto, el aumento de las emisiones de algunos de estos elementos a la atmósfera. La fijación de estos componentes en los anillos de crecimiento de la madera se ha visto favorecida también por el aumento de las temperaturas a nivel global.

Este trabajo analiza datos de elementos químicos esenciales en el desarrollo de la madera como el calcio. De este modo, los autores concluyen que la nueva metodología permitirá entender mejor la dinámica de los ciclos biogeoquímicos de los bosques y su interacción con los efectos antropogénicos y climáticos, ya que permite comprender cómo los árboles gestionan los nutrientes a escalas anual y estacional durante siglos.

Por otro lado, se han podido analizar por primera vez los efectos del cambio climático en relación con los ciclos de nutrientes en los bosques, así como el registro de eventos a nivel global. Por ejemplo, se ha podido conocer cómo las erupciones volcánicas que suceden en lugares remotos son recogidas por bosques de la Península Ibérica.

Para este equipo de investigación, "una vez comprobada que esta nueva metodología permite entender multitud de procesos biogeoquímicos asociados con los bosques y el medioambiente a escala regional, el objetivo futuro será mejorar y ampliar las series de registro dendroquímico a otros tipos de bosque de la Cuenca Mediterránea, Europa o resto del planeta", según comenta el investigador de la UPO Raúl Sánchez Salguero.

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