SEVILLA 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Universidad de Sevilla (US) han desarrollado una teoría de Darwin consistente en comprobar "patrones de comportamiento en una especie que se encuentra principalmente en torno al Estrecho de Gibraltar --'Narcissus papuraceus'--. La hipótesis decía que la polinización cruzada (entre individuos distintos) "era más ventajosa que la autopolinización (polinización de un individuo a sí mismo), puesto que las nuevas generaciones nacen más fuertes debido a su mayor diversidad genética", según destaca la institución académica en una nota de prensa.
Así, explican los expertos de la US, en las especies heterostilas "existen dos (o tres) tipos de individuos (llamados morfos). Un morfo tiene las flores con el estigma (órganos sexuales femeninos) arriba y las anteras (órganos sexuales masculinos) abajo, y el otro al revés". Darwin propuso que estas plantas han evolucionado así para favorecer la polinización cruzada entre ambos morfos, mediante el transporte del polen de cada uno de ellos en distintas partes (arriba o abajo) del cuerpo de los polinizadores.
Darwin proponía que las plantas con órganos sexuales a alturas más similares (con mayor reciprocidad) tendrán más éxito de cruzamiento (mayor probabilidad de tener descendencia). De este modo, el estudio llevado a cabo por los investigadores de la US ha consistido en crear "poblaciones experimentales con individuos genotipados de los dos morfos florales y las ubicamos en dos sitios con distintas comunidades de polinizadores: uno con predominancia de mariposas y polillas, que pueden alcanzar los órganos sexuales inferiores, y otro con predominancia de moscas y abejas, que pueden contactar solo los órganos sexuales superiores" explica la investigadora Violeta Simón, del departamento de Biología Vegetal y Ecología.
Al observar los patrones de cruzamiento de las poblaciones del estudio, los expertos comprobaron que, como Darwin predijo, "las parejas de individuos con anteras y estigmas a alturas más similares (con mayor reciprocidad) tenían más hijos de los esperados al azar". Además, el efecto de la reciprocidad cambió entre los dos sitios. "En el sitio con mariposas y polillas, que pueden alcanzar los órganos sexuales inferiores y no necesariamente tocan los órganos sexuales superiores cuando se alimentan, el número de hijos aumentó con la reciprocidad de los órganos sexuales inferiores".
Por otra parte, en el sitio con moscas y abejas, que solo pueden contactar con los órganos sexuales superiores, el número de hijos aumentó con la reciprocidad de los órganos sexuales superiores, añade la nota de prensa.
"En este estudio damos evidencia empírica precisa de la hipótesis Darwiniana sobre el papel de los polinizadores en la evolución de la heterostilia. Un ejemplo más del gran papel que plantas e insectos han jugado promoviendo la biodiversidad en nuestro planeta", ha afirmado la investigadora.