Feragua ve con "malestar" la reorganización de la administración hidráulica andaluza que crea un "gazpacho competencial"

SEVILLA 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) ha recibido este martes con "estupor y malestar" la nueva reorganización de la administración hidráulica andaluza, una operación que tildan de "absurda" y de verdadera "burla a los usuarios", por cuanto "no da respuesta a una sola de las preocupaciones que tienen éstos ahora mismo en la cabeza".

Asimismo, en una nota, la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, ha criticado que con la nueva Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, que concentrará las competencias hidráulicas junto a la Secretaría General del Agua, se diluirán las competencias sobre la gestión del agua dentro de las más genéricas de medio ambiente, y cree que con la nueva Agencia heredera de Egmasa se ha creado un "gazpacho competencial" que sólo puede traer "ineficiencia y contaminación política", y que además "echa tierra" a uno de los consensos básicos del Acuerdo Andaluz por el Agua, el cual subrayaba que las competencias del agua debían recaer en un organismo especializado.

Bustamante, tras considerar esta medida como un "ejemplo de lo que es gobernar de espalda a los ciudadanos, las organizaciones cívicas y a los intereses generales", ha indicado que "cuando aún no está resuelta la cuestión del Guadalquivir, ni qué van a hacer las administraciones para dar respuesta a la sentencia del Constitucional, parece lamentable que el Gobierno andaluz pierda el tiempo en esta reorganización, que ni interesa a nadie ni se sabe para qué se hace, ni qué mejora va a proporcionar, y que nada indica que vaya a servir ni para ahorrar ni para mejorar el servicio".

De esta manera, la presidenta de Feragua ha apelado a la Junta de Andalucía para que "se ocupe de lo que realmente se tiene que ocupar", entre otras cuestiones, de qué es lo que van a hacer las administraciones para devolver las competencias del Guadalquivir a la Administración General del Estado, de acuerdo con la sentencia del Constitucional, o empezar a practicar reformas en la gestión de las cuencas litorales para hacer realidad el principio de unidad de gestión de cuenca.

"Frente a esa preocupación real que tienen los regantes, el Gobierno andaluz nos anuncia una reorganización de su administración hidráulica, como si el Constitucional no hubiera dicho nada de la ilegalidad de la transferencia del Guadalquivir, me parece increíble", señala Bustamante, que además agrega que el nuevo modelo refuerza las direcciones provinciales, de forma contraria al principio de Unidad de Cuenca que precisamente ha motivado la nulidad del traspaso del Guadalquivir por parte del Constitucional.

Bustamante teme además que la supresión de la Agencia Andaluza del Agua sólo cree "más desorganización e inseguridad jurídica y más inestabilidad y desconfianza para los usuarios y ciudadanos, incluso para los propios funcionarios". "El Gobierno andaluz lleva años dando palos de ciego, haciendo lo que nadie le pide y obviando lo que todos le pedimos, y los resultados son un traspaso del Guadalquivir nulo, una Agencia creada hace sólo seis años y ahora liquidada, unos funcionarios en pie de guerra, una dirección política del agua basada en estructuras provinciales y contraria al principio de unidad de gestión de cuenca, unas inversiones en niveles mínimos en infraestructuras hidráulicas y una sensación de interinidad permanente", concluye la presidenta de Feragua.