SEVILLA 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de cabreros han derramado este viernes en el municipio de Arahal (Sevilla) unos 5.000 litros de leche de cabra que transportaba un camión tras concluir con su ruta de recogida y siendo así la segunda de las acciones reivindicativas, tras la concentración que tuvo lugar este jueves en Granada, que COAG-A está convocando para denunciar el comportamiento "mafioso de las dos principales industria lácteas, Forlactaria y García Baquero", que tienen al sector caprino sumido "en la miseria, con pérdidas acumuladas de más de 40 millones".
En una nota, la organización agraria ha indicado que actualmente, los cabreros perciben 0,38 euros por litro, frente a los 0,46 y 0,53 que se pagaron en 2006 y 2007, respectivamente, lo que significa una remuneración similar a la de hace "más de 20 años". Mientras, según ha apuntado, los costes de producción de los cabreros se han elevado un doce por ciento, sus ingresos se ha reducido un 18 por ciento.
Ante esta situación, COAG-A ha informado de que continuará desarrollando acciones reivindicativas contra las dos principales industrias lácteas que, además, según han señalado, "coaccionan a las pequeñas industrias para que no acojan a los ganaderos que intentan marcharse con ellos, buscando precios más razonables". "Esta organización agraria denuncia que Forlactaria y García Baquero constituyen un "oligopolio mafioso" contra el que alguien debería actuar", ha subrayado.
Andalucía es la principal productora de leche de cabra de España y cuenta con unas 7.000 explotaciones de ganado caprino, la mayoría de orientación lechera. El censo es de alrededor de 1.000.000 de animales, casi el 40 por ciento del total nacional y un diez por ciento del censo total de la Unión Europea (UE). La producción ronda los 230 millones de litros de leche, con un valor que se aproxima a los 120 millones de euros. Ello supone el 47 por ciento del total nacional de leche producida. En los últimos años ha desaparecido más del diez por ciento de las explotaciones y la edad media del sector se sitúa en torno a los 45 años, con una intención de relevo generacional que no supera el ocho por ciento.