Denunciada una fábrica clandestina de harinas y grasas no aptas para consumo humano en Sevilla

Actualizado: viernes, 25 agosto 2017 9:51

SEVILLA 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una patrulla de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ha denunciado por infracciones muy graves en materias de seguridad alimentaria, aguas y licencias de actividad a una fábrica clandestina de harinas y grasas destinadas a consumo humano, por lo que ha propuesto su cierre.

El Instituto Armado ha informado en un comunicado de que tenía conocimiento de las graves molestias que estaba ocasionando una fábrica establecida en un conocido polígono industrial de la Sierra de Sevilla, por las emisiones de varias chimeneas y los fuertes olores.

Los agentes, al realizar la primera inspección, observaron que se trataba de una fábrica de grandes dimensiones con varias naves industriales donde se reciben diariamente camiones frigoríficos de gran tonelaje con mercancía de origen animal y piezas sobrantes procedentes de salas de despiece de aves.

Asimismo, mediante un complejo sistema de picado, posterior separación y secado, la fábrica obtiene un subproducto rico en proteínas, en forma de harinas y grasas cuyo destino final es el consumo humano, ha añadido el comunicado.

Los guardias civiles averiguaron que la fábrica "funciona sin autorización necesaria, ni municipal ni autonómica, con lo cual la actividad es clandestina". Al día siguiente, la Guardia Civil, junto a un veterinario de la delegación territorial de la Consejería de Salud perteneciente al Distrito Aljarafe Sierra Norte, realizaron una segunda inspección en la que el veterinario decretó que los productos no son aptos para el consumo humano, habiendo un peligro grave para la salud pública.

Toda vez que el establecimiento no está inscrito en el Registro General Sanitario de Alimentos, ni reúne las condiciones higiénico-sanitarias suficientes, se ha propuesto el cierre cautelar y la inmovilización de los productos, según ha informado la Guardia Civil, que ha agregado que la limpieza de contenedores "se realizaba directamente en los exteriores de las naves con una máquina a presión, comprobando que las aguas sucias van directamente al alcantarillado público, produciendo un vertido".

Los agentes tras todo lo observado e inspeccionado, han formulado denuncias por infracciones muy graves en materias de seguridad alimentaria, aguas y licencias de actividad.

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