SEVILLA 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) ha detenido a un vecino de Bormujos como presunto autor de un delito contra la flora y fauna (maltrato a animales domésticos) tras disparar y matar a dos perros que paseaban con su dueño cuando practicaba el tiro y sin otro motivo que "la diversión" al no encontrar un conejo u otra pieza de caza a la que disparar.
De este modo, y según ha informado el Instituto Armado en un comunicado de prensa, la Guardia Civil comenzó a investigar los hechos tras ser denunciados por un vecino de la localidad sevillana de Bormujos.
Al parecer, los hechos sucedieron en un camino rural por el que el denunciante paseaba con sus dos perras, una podenca y una perra de aguas que tenía acogidas desde que se disolvió una sociedad protectora de animales, cuando de repente escuchó dos detonaciones e incluso pudo notar el paso de un proyectil cerca de su pierna.
Entonces, asustado, este vecino comenzó a llamar a sus canes, que no acudieron, de forma que, cuando se acercó al lugar, los dos animales yacían muertos en el suelo. En ese momento, pudo ver a un hombre que portaba una escopeta de dos cañones que salió de entre unos matorrales del olivar, se dirigió rápidamente a un vehículo todo terreno y partió en dirección a Bormujos.
El denunciante aportó en su denuncia las características del sospechoso y su vehículo.
La Guardia Civil inspeccionó el lugar de los hechos, observó a los dos animales abatidos y recogió un cartucho cerca de cada uno de los cuerpos, mientras que también localizó una especie de chozo donde posiblemente se ocultaba el sospechoso y desde el que habría disparado antes de huir.
Posteriormente, los perros fueron trasladados para que un facultativo veterinario les practicase la autopsia.
Tras completar sus investigaciones, la Benemérita consiguió identificar a un vecino de Bormujos, de 69 años, que posee licencia de varias escopetas de caza y cuyo vehículo coincidía con el que vio la víctima.
Las armas fueron intervenidas para su análisis y, una vez que se tuvo la autopsia de los dos perros, los proyectiles encontrados en los cuerpos resultaron haber sido disparados por una de las armas, por lo que los agentes detuvieron al cazador sospechoso.