SEVILLA 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, dirigido por la profesora Agnès Gruart, ha demostrado que la mera situación del animal experimental en el entorno donde se realizan las pruebas de aprendizaje produce cambios significativos de la actividad cerebral cortical, en particular en el hipocampo, que es una parte de la corteza cerebral muy relacionada con los adquisición de nuevas habilidades motoras y cognitivas. Los resultados del estudio se han publicado este mes de noviembre en versión online en la prestigiosa revista 'Cerebral Cortex'.
Un aspecto muy interesante relacionado con los procesos neuronales que hacen posible el aprendizaje cognitivo y su almacenamiento en forma de memoria duradera es el papel que pueda jugar el entorno espacio-temporal donde dicho aprendizaje tiene lugar, señala la UPO en una nota.
Sin embargo, el posible papel del entorno en los procesos de aprendizaje y memoria es olvidado frecuentemente, aunque de sobra es sabido que tanto la situación emocional --por ejemplo, tranquilo frente a nervioso-- y mental --concentrado frente a distraído-- del sujeto que aprende, como el entorno físico que le rodea, afecta necesariamente la capacidad de aprender y recordar. Llama la atención que estos aspectos no hayan sido abordados hasta ahora de una forma experimental.
Del estudio se desprende que el aprendizaje de una prueba específica, como la asociación entre dos estímulos, requiere de un entrenamiento y/o atención previa a todos los elementos sensoriales presentes en el ambiente físico en el que se encuentra el sujeto experimental. Esto permite, probablemente, la ulterior desviación de los mecanismos atencionales a los aspectos más específicos y concretos relacionados con la prueba de aprendizaje en sí.
En este estudio han participado también Alejandro Carretero y Renny Pacheco, becarios de la División de Neurociencias de la UPO, así como el profesor José Delgado, director de la misma.