SEVILLA 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, y su homólogo en Andalucía, Antonio Maíllo, han respaldado este jueves a los trabajadores del Horno San Buenaventura afectados por el cierre de la empresa, donde han reclamado la derogación de las dos reformas laborales, la del PP y la del PSOE, para evitar situaciones como esta que "solo enfangan vidas humanas".
En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Garzón ha considerado que lo que le ocurre a estos trabajadores "es la contracara del discurso de propaganda del Gobierno de España que habla de recuperación económica y de salida de crisis" mientras que "nuestro país, no solo tiene a cuatro millones de personas que cobra menos de 400 euros al mes, sino que al mismo tiempo vemos casos como estos, con despidos irracionales, sin sentido social ni económico".
Ha defendido que España "tiene recursos suficientes para poder hacer no solo un derecho del trabajo que respete los derechos laborales y que, por lo tanto, dé marcha atrás en las reformas laborales, que son la causa de que muchas de estas estafas se puedan hacer con total impunidad; sino que al mismo tiempo el Gobierno debería poner los cimientos para un tipo de sociedad y de derechos laborales totalmente diferentes a los que están ahora mismo vigentes".
Así las cosas, Garzón ha acusado al Gobierno de Rajoy de intentar "invisibilizar" conflictos laborales como el de los trabajadores del Honor San Buenaventura, que son el resultado de "la peor y más salvaje normativa neoliberal en el ámbito laboral que destroza vidas humanas".
Que ocurra esto cuando se dice que crece la economía es "intolerable" porque demuestra, a su juicio, que el crecimiento económico "no llega al conjunto de la población, se queda en unos espacios muy limitados de la población, en espacios minoritarios de la población más rica, que puede que vea la recuperación económica y la salida de una crisis que quizás nunca llegaron a tener" mientras "la mayoría de la sociedad se mantiene en niveles de precariedad inhumana".
De su lado, Antonio Maíllo ha explicado que están afectados unos 90 trabajadores que, entre otras circunstancias, llevan hasta seis meses sin cobrar mientras "asisten impávidos a que un negocio que tiene salida y viabilidad declara la finalización de su actividad".
Ha criticado que la empresa "ha querido mantener en una situación de precariedad y fraude de ley en el planteamiento de sucesiones de empresas con una clarísima prevaricación empresarial, a sabiendas de que la operación acabaría con el cierre y eliminando las indemnizaciones que les corresponde como trabajadores, muchos de ellos con hasta 32 años de antigüedad que a penas tendrán indemnización".
De esta manera, y señalando que el Horno San Buenaventura es una empresa muy simbólica de la ciudad de Sevilla, el líder andaluz de IU ha apelado a los andaluces para que se vuelquen en apoyo de estos trabajadores, pues el cierre de la empresa no se debe a su viabilidad sino que es causa de "un marco que es demoledor contra los trabajadores".