El instructor cita además como testigo este lunes al presunto infiltrado en el entorno y la familia del 'Cuco'
SEVILLA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El juez de Instrucción número 2 de Sevilla ha citado a declarar este martes como investigados al 'Cuco' y a sus padres, Rosalía García y Ángel Romero, tras ser denunciados por los padres de Marta del Castillo a cuenta de un presunto delito de falso testimonio en relación con las declaraciones que realizaron durante el juicio celebrado en el año 2012 en la Audiencia Provincial de Sevilla por el asesinato de la joven.
Fuentes del caso han informado a Europa Press de que el juez de Instrucción número 2, Carlos Mahón, ha citado a declarar como investigados tanto al 'Cuco' como a sus padres este martes, a partir de las 10,00 horas y en intervalos de 30 minutos, por un delito de falso testimonio por la contradicción entre las declaraciones de los tres durante el juicio y las conversaciones grabadas por un supuesto infiltrado respecto a la presencia del 'Cuco' en su domicilio.
Asimismo, y según han indicado a Europa Press las mismas fuentes consultadas, el juez ha citado a declarar como testigos este lunes al supuesto infiltrado en el entorno y en la familia del 'Cuco', que realizó las grabaciones que podrían probar dicho falso testimonio, y al camarero de un bar donde supuestamente estuvo el 'Cuco' la noche de los hechos.
El 14 de junio de 2016, los padres de Marta, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, ratificaron en el Juzgado su denuncia contra el 'Cuco' y sus padres.
A la salida de los juzgados, el padre de Marta informó a los periodistas de que el juez le había preguntado "desde cuándo conocía yo al presunto infiltrado y quién me dijo que estaba metido" en el entorno de la familia del 'Cuco'. "Yo no tengo nada que ocultar, he contestado al juez, le he dicho desde cuándo y cómo conocí las grabaciones", manifestó.
Asimismo, y respecto a la noche del crimen, Antonio del Castillo aseveró que "los padres" del 'Cuco' "no llegaron a la hora que dijeron, no vieron a ese niño en la cama como dijeron, no le dio el besito de buenas noches como dijeron", por lo que a su juicio "hay una serie de irregularidades" en un juicio por delito de asesinato, algo que "es muy grave".
Al hilo de ello, lamentó que "a causa de esas declaraciones la investigación que podía haber sido mas ágil y a lo mejor si tenía que haber ido por otros derroteros hubiéramos llegado a un punto de mas esclarecimiento del caso, y lo que ha hecho es entorpecer un juicio totalmente".
Tras aseverar que el 'Cuco' "era mayor de edad" cuando declaró en el juicio celebrado en el año 2012, el padre de Marta lamentó que el falso testimonio "es un delito que se comete mucho en este país y que se penaliza muy poco, precisamente porque no hay prueba. Aquí afortunadamente tenemos las grabaciones, si no es la palabra de uno contra la del otro", afirmó.
Antonio del Castillo manifestó que si la madre del 'Cuco' "hubiera dicho la verdad "no hubiera entorpecido la investigación policial".
Para finalizar, indicó que los padres tuvieron una participación mayor en los hechos. "Escuchando las grabaciones, sinceramente creo que sí que han tenido una participación mayor de la que dicen, pero estamos aquí por las grabaciones, porque lo único que hemos podido demostrar es que han mentido en el juicio. El encubrimiento desgraciadamente habría prescrito. Si escuchamos bien las grabaciones concluimos que hicieron algo más, pero ya habría prescrito y no podemos demostrarlo", sentenció.
En la denuncia, los padres de Marta mantienen que los padres del 'Cuco' mintieron en el juicio celebrado en la Audiencia de Sevilla en 2012 porque dijeron que su hijo estaba en su casa la noche de los hechos, el 24 de enero de 2009, cuando algunos testigos aseguran haberlo visto en un bar esa noche, por lo que solicitaron que declarasen como testigos un camarero de dicho establecimiento y el presunto infiltrado.
En enero de 2016, el juez de lo Penal número 10 de Sevilla condenó a pagar una multa de 2.520 euros a los padres del 'Cuco' y al supuesto infiltrado por incumplir la orden de alejamiento que tenía el entonces menor de edad respecto a la familia de Marta.