SEVILLA 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El III Premio de Investigación que promueve la Asociación Rosario Valpuesta ha recaído en la joven gallega Julia Ammerman, con un trabajo titulado 'Las madres solas ante los tribunales, la administración y las leyes. ¿Se perpetúa la discriminación?', dirigido por las profesoras Mari Paz García Rubio y Marta Otero Crespo, dentro del grupo de Investigación De Conflictu Legum, de la Universidad de Santiago de Compostela, y que el jurado ha considerado notable por su calidad de análisis y por la profundidad de las soluciones que aporta.
El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, junto al rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán Fluja, y a la presidenta de la Fundación Rosario Valpuesta, Ana María Ruiz Tagle, ha hecho entrega del diploma acreditativo y del premio en metálico, en un acto celebrado en la sede de la institución provincial, donde la joven jurista también se ha apoyado en la voz y en el pensamiento de Valpuesta durante su intervención, a través de una frase de un artículo publicado en El Correo de Andalucía, en febrero de 2008, titulado 'El drama de ser madre'.
"Decía Rosario Valpuesta: 'El problema de fondo de la maternidad es que aún no se ha aceptado que la sociedad en su conjunto, incluidos los actores económicos, deben asumir las consecuencias de la procreación. No lo ha asumido la sociedad, ni tampoco muchos de los hombres, que ven el nacimiento de sus hijos como un acontecimiento entrañable e incluso emocionante, pero que discurre al margen de sus preocupaciones profesionales'", añade.
En el trabajo ganador, esta graduada en Derecho, Máster de Abogacía y doctoranda, se pregunta, casi diez años más tarde, si se ha avanzado o si las palabras de Valpuesta siguen teniendo plena vigencia, para concluir, de la mano de Cecilia, la protagonista de una sentencia que Ammerman convierte en cuento, "que la asunción de la maternidad en solitario es un fenómeno bastante frecuente, a veces por decisión voluntaria y muchas otras no y, en estos casos, si los varones no asumen las obligaciones derivadas de su paternidad, las madres pueden quedarse tan huérfanas de apoyo como ya estaban después de acudir a los tribunales".
"Los hechos demuestran que el panorama es desolador. El Tribunal Constitucional, en 2014, y el Tribunal Supremo, en 2016, han sido tajantes a la hora de hacer prevalecer los principios de seguridad jurídica del padre frente a los intereses de los niños y los derechos de una madre que ha criado sola a sus hijos. La Administración favorece las ayudas a modelos de familia clásicos, frente a las madres que crían solas a sus hijos, por lo que la exclusión social de este colectivo es del 34 por ciento, más del doble que en el resto de las familias", dice Ammerman.
En las aportaciones de la autora se rastrean las propuestas de la Doctrina Jurídica Feminista y de otras juristas de corrientes críticas. Según Ammerman, "hay que dejar de ver la cuestión legal y jurídica desde un punto de vista predispuesto al hombre y dejar de asumir, apriorísticamente, la acepción de 'madre' como 'predisposición de la mujer a cuidar de sus hijos a tiempo completo y sin cobrar'".
Además, esta abogada, finalista del III Premio de Jóvenes Laboralistas 2014, concluye que sería necesario que los estudios de género estuvieran insertos en los planes de estudio de Derecho, para que a una alumna de 4º "nunca más le sean novedosos temas que lidian con la igualdad".
El rector de la UPO, Vicente Guzmán Flujas, ha destacado la importancia de que "la sociedad civil llegue a ser más justa y más igualitaria, a través de la asunción de nuevas normas de convivencia", mientras que el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, ha renovado su apuesta por una colaboración interinstitucional que "dé voz pública a jóvenes mujeres profesionales, como una forma de atajar las mil caras de la violencia de género, ante las que tenemos la obligación de estar muy alertas".
LA PREMIADA
Según señala la Diputación de Sevilla en un comunicado, cuando la joven gallega Julia Ammerman (Santiago de Compostela, 1991), estudiaba 4º de Derecho, su entonces tutora de una beca de colaboración, Marta Otero Crespo, la hizo participar como colaboradora en el Congreso de Valladolid, organizado por el grupo de juristas que integraban el Movimiento Carmona para la Feminización del Derecho.
En Valladolid, se rendía homenaje a Rosario Valpuesta y Ammerman "no pudo resistirse a indagar quién había sido esta mujer, que, como podía intuir por cómo se hablaba de ella, había dejado huella en muchas personas".
Desde entonces, Julia Ammerman "sólo ha podido 'escuchar' a Rosario Valpuesta buscando en las fonotecas las intervenciones de la rectora sevillana en las tertulias de 'Hora 25'" y, sin embargo, como ha reconocido por unanimidad el jurado que ha concedido el galardón, en su trabajo sobre cómo los tribunales de justicia, la Administración y las leyes "perpetúan" la discriminación de las madres solas, "resuena la voz de Rosi".