SEVILLA 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Federación Andaluza de Libreros (FAL), que recientemente apuntaba "malas" perspectivas de venta para el curso educativo 2013-2014, ha visto como el inicio del año escolar no ha hecho sino confirmar sus augurios, registrado una caída en lo que respecta a la facturación de libros de texto de hasta el 50 por ciento.
Así lo ha explicado a Europa Press el presidente de los libreros andaluces, Juan Manuel Cruz, que ha dado cuenta de una bajada de los 80 millones de euros del pasado ejercicio a los 40 millones del curso actual, una tesitura que estos profesionales atribuyen a la situación de crisis, la no renovación de libros de texto por los currículos educativos derivados de la nueva reforma y el "intrusismo" mediante el cual se procede a la venta directa de material por parte de asociaciones de madres y padres de alumnos y centros.
Así, este año "sólo se renuevan los materiales de primero y segundo de Primaria, que son fungibles, y a partir de ahí, a esperar, pues se trata de una situación impuesta y que no depende de nosotros", ha precisado Cruz.
"Aunque la cifra aumenta un poco en los cursos de Primaria que sí reponen, no es suficiente ni, por tanto, comparable a años anteriores", ha especificado, dando cuenta además del comercio directo de material en centros de educación infantil o el de segunda mano en Bachillerato y Ciclos Formativos.
Respecto a este último aspecto, el presidente de la FAL se ha mostrado en contra de "todo lo que sea perder mercado en las librerías, negocios que están en su derecho de desempeñar su labor y que también pagan sus impuestos". Aunque asegura "comprender" este fenómeno por el actual contexto socioeconómico de crisis, "no podemos, lógicamente, valorarlo de manera positiva".
Son problemas "ya habituales" y "agudizados" este año, centrados, por ejemplo, en la venta directa por parte de los colectivos de padres y madres de alumnos, "cuyo objetivo de buscar el abaratamiento de costes a las familias es lícito, aunque nos preguntamos por qué siempre afecta exclusivamente a los libros y no a otro tipo de artículos como los uniformes o la ropa deportiva", según Cruz.
"Tenemos todos nuestros impuestos al día, cumplimos con todas las leyes y si alguna librería no paga, pobre de ella, pero queremos que todos seamos iguales ante la ley", abunda el presidente de la FAL en relación a otro conflicto, el de la venta directa por parte de centros concertados, fundamentalmente religiosos, en una operación "que, al menos, parece estar al borde de la ilegalidad, puesto que no hay control del premio, desglose, IVA repercutido o IRPF".
Se trata, ha agregado, de una situación que "estamos cansados de plantear, pero ante la cual la administración mira para otro lado". "Los centros concertados se justifican en que así obtienen financiación, pero siempre es en perjuicio de los libreros: es un tiro al plato en el que nos sentimos indefensos y desamparados por las leyes, en un fraude fiscal generalizado", ha apostillado.