Lledó ve a Itálica como "amanecer" de la antigua cultura griega en Hispania y destaca su "resistencia al abandono"

El filósofo, profesor y miembro de la RAE define al enclave como "fuente de sensibilidad y enriquecimiento para la inteligencia"

SEVILLA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

El prestigioso filósofo Emilio Lledó, miembro de la Real Academia Española y Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, ha defendido en el marco del Foro Permanente Itálica En-clave de Patrimonio Mundial, enmarcado en la candidatura al Patrimonio Mundial del conjunto arqueológico de Itálica, enclavado en Santiponce (Sevilla), que dicha ciudad fue un nuevo "amanecer" de la cultura de la antigua Hélade o Grecia en la entonces Hispania, destacando cómo estas emblemáticas ruinas "han resistido el abandono y descuido durante siglos y siguen latiendo como una esperanza contra el olvido".

El pasado mes de diciembre, el famoso filósofo, profesor universitario y miembro de la Real Academia Española protagonizaba una de las últimas conferencias de la IV edición del Foro Permanente Itálica En-clave de Patrimonio Mundial, con el título "La relación del mundo grecolatino con la Itálica adrianea".

Lledó, nacido en Sevilla, explicaba sus vínculos con el mencionado enclave arqueológico, conformado principalmente por la expansión urbanística de la ciudad promovida por el emperador Adriano, con raíces en dicha población a la que además dio el rango de colonia, defendiendo que "el nombre de Itálica resuena en la historia de la cultura".

Señalando la situación sufrida por las ruinas en tiempos pasados, el prestigioso filósofo manifestaba que Itálica "ha resistido el abandono y descuido durante siglos" y "sigue latiendo como una esperanza contra el olvido", pues no en vano el enclave aspira a la declaración de Patrimonio Mundial de la mano de la Asociación Cívica del Sur (Civisur), cosechando en los últimos tiempos renovada atención por parte de las instituciones y la ciudadanía.

LA "FUERZA DE LA PRESENCIA" DE ITÁLICA

En paralelo, Lledó destacaba la "fuerza de la presencia" de Itálica, un enclave que según sus palabras constituye toda una "fuente de sensibilidad y enriquecimiento para la inteligencia", lo que le llevaba a señalar, especialmente, el papel jugado por el teatro y el espectacular anfiteatro de la antigua ciudad romana.

"Sus habitantes hicieron resonar las miradas de la memoria, en la que se reflejaba el contradictorio horizonte del existir", reflexionaba Emilio Lledó, trazando un paralelismo entre dicha evolución cultural en Itálica y la que mucho antes había surgido en la antigua Atenas, donde el "despertar de esas contradicciones" había dado lugar a "un sorprendente escenario de paideia, de cultura", en el que el teatro constituía "una forma de descubrir las palabras, el sentir y el significar del lenguaje y la riqueza ideal que tales sentimientos ofrecían".

Profundizando en el teatro de la antigua Grecia, Emilio Lledó explicaba así que el mismo proyectaba "la urgencia de descubrir los sentimientos y las contradicciones que se encendían en la vida", mediante "experiencias y visiones con las que se descubría y alcanzaba un maravilloso proceso de humanización".

EL "AMANECER DE LA CULTURA" DE LA ANTIGUA GRECIA

A tal efecto, y evocando el teatro y el anfiteatro de Itálica, Lledó destacaba la "fuerza" con la que en dicho enclave romano "había amanecido la cultura" de la antigua Grecia, "una cultura que había vuelto a nacer" en la entonces Hispania "y con ella el origen inextinguible del impulso creador".

Entretanto, el consejo asesor de la candidatura de Itálica prevé en principio que en abril de este año finalice la primera fase de la confección del formulario de inscripción del enclave en la lista del Patrimonio Mundial, tratándose del documento "clave" con el que defender el proyecto ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La secretaria de la Unión Cívica del Sur, coordinadora de su comisión de Cultura y directora de esta iniciativa, Concha Cobreros, había recordado ya a Europa Press que la configuración de dicho formulario implicaba unos "dos años" de concienzudo trabajo al tratarse de una tarea "exhaustiva, muy técnica y profunda", que requiere incluso trabajos especializados de disciplinas como la planimetría o la fotografía, entre otros aspectos.