Una ludoteca de la Macarena desarrollada durante el Covid busca su traspaso para seguir ofreciendo conciliación

SEVILLA 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las gestoras de una ludoteca de la Macarena bautizada como El Mundo de Buba y Lala han realizando un llamamiento para traspasar la actividad ante las dificultades que afronta la misma, para intentar que esta populosa zona de Sevilla siga contando con "los necesarios servicios de conciliación" que ofrece este establecimiento.

La creadora de este espacio, Carmen Figueras Gálvez, explica en un comunicado que El Mundo de Buba y Lala nació en 2019 "como espacio de acompañamiento y conciliación" y se desarrolló durante la pandemia de coronavirus Covid-19 y las restricciones implantadas para frenar la expansión del virus.

"Ante la situación sanitaria, el confinamiento domiciliario, el cierre de centros educativos y el resto de medidas preventivas puestas en marcha, muchas familias tuvieron dificultades para conciliar la vida familiar y laboral", recuerda, explicando que esta ludoteca "ofrecía una alternativa de conciliación en el barrio" de la Macarena "mediante grupos burbujas y respetando todas las recomendaciones sanitarias, ya que no había espacios similares en la zona".

El proyecto "tuvo muy buena acogida desde el principio y fue creciendo y adaptándose a las necesidades de menores y familias", señala Carmen Figueras, destacando que esta ludoteca presta "un servicio necesario a las personas que trabajan por la tarde o tienen que hacer gestiones fuera del horario escolar", incluso con talleres para los menores, cuyos padres "pueden dejar a tus hijos con personas profesionales y de confianza".

MÁS DE 400 FAMILIAS HAN RECURRIDO AL SERVICIO

"De hecho, el pasado curso escolar más de 400 familias se beneficiaron de los servicios ofrecidos, tales como escuela de día, talleres, fiestas temáticas o celebración de cumpleaños entre otros", destaca.

Tras la adhesión de su socia Rocío García, según Carmen Figueras, el proyecto "aspiraba a convertirse en escuela infantil, pero los requisitos para su constitución exigían una zona al aire libre de la que el local carece", optando en consecuencia por "seguir el modelo de otras escuelas infantiles, que durante un tiempo en la mañana hacen uso de espacios públicos o vecinales como parques o plazoletas".

Pero "pese a contar con un espacio adecuado, algunos vecinos se niegan a cederlo durante 30 minutos de lunes a viernes en horario de mañana, incluso cuando algunos de ellos han formado parte de este proyecto y son usuarios de los servicios que ofrecemos", lamenta la creadora de El Mundo de Buba y Lala.

TRASPASAR LA ACTIVIDAD

En ese sentido, la creadora de este espacio avisa de que con esta situación, "la viabilidad de El Mundo de Buba y Lala no es posible, privando al vecindario de esta medida de conciliación tan demanda en la zona". Ante ello, apuesta por traspasar la actividad "para garantizar que se sigan cubriendo los servicios de conciliación en la zona" y no cerrar este servicio.

En paralelo, reclama que "se le dé importancia que merecen a este tipo de servicios, tan necesarios en una ciudad". "Si desde las administraciones cuidan sectores como la restauración o el turismo, deberían hacer lo mismo o más con espacios que estén favoreciendo la conciliación familiar, creando sinergias en el vecindario y dando en el barrio", enfatiza.