Indica que "entre las costumbres saharahuis prohibir es pecado" y que no le importaría viajar a España para visitar a su familia adoptiva
SEVILLA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
La joven Maloma Morales de Matos, natural del Sáhara Occidental y nacionalizada española al ser adoptada por una familia de Mairena del Aljarafe (Sevilla), ha afirmado que se va a casar "porque quiere" y niega que su familia biológica --que supuestamente la mantendría retenida en Tinduf (Argelia) desde diciembre de 2015-- le esté obligando a contraer este matrimonio en dicha localidad del norte de África.
"Me voy a casar porque yo quiero y ya está bien de que todo el mundo diga que me caso porque mi familia me está obligando, porque esto es mentira", ha indicado Maloma en una entrevista concedida a la Cadena SER, recogida por Europa Press, después de que su padre adoptivo, José Morales, anunciase este viernes "con infinito dolor e impotencia" que este sábado "casan" a la joven con el objetivo de "someterla definitivamente y para siempre".
Maloma ha negado ese extremo y al respecto ha incidido en que "no es justo que te casen por obligación y no está bien". Además, comenta que no le ha dicho nada a su familia adoptiva porque la cultura de allí y de aquí "son dos mundos" y sabía que si se lo decía antes "iba a pasar esto e iba a salir en todos los medios de que me iban a casar por fuerza". No obstante, reconoce que no le hubiera importado que hubieran asistido a la boda.
Igualmente, ha continuado diciendo que no le importaría venir a España y que a su futuro marido tampoco le importaría, "porque él no me tiene que decir que no voy a salir del Sáhara, ni mi familia me tiene secuestrada aquí", ha abundado. Se plantea visitar a su familia adoptiva y, aunque cuándo no lo sabe, irá "sin problemas, sin prisas y sin agobios" el tiempo que ella vea "justo y necesario".
Tras ser preguntada sobre si en algún momento se sintió presionada al quedarse en el Sáhara --en una visita que tenía fecha de vuelta-- reconoce que "lo que pasó en un principio es porque no entendía las tradiciones saharahuis, pero cuando lo he entendido todo, he visto que mi familia lo que quería era lo mejor para mí", al tiempo que añade que "ellos no quieren nada malo para mí y lo que siempre hacen es el bien".
"He comprendido que mi familia biológica quería que yo pasara una temporada con ellos para entender las tradiciones saharahuis y para que no pierda las costumbres", ha subrayado Maloma Morales, si bien añade que "esto no impide que sea libre, porque soy libre totalmente para decidir y viajar, así como mi marido no me va a prohibir nada, al igual que mi familia, porque entre las costumbres saharahuis prohibir es pecado".
Con respecto a su inminente marido, ha detallado que es saharahui y que vive en otro pueblo de al lado. Sobre su anterior pareja, Ismael, comenta que "es un buen amigo" y le desea "lo mejor"; al tiempo que reitera que no va a perder los contactos que posee en España y que tiene muchos "recuerdos buenos" de Andalucía.
Por su parte, José Morales ha sostenido este sábado, en declaraciones a Europa Press, que "en los 14 meses que Maloma lleva allí, el Gobierno central no ha actuado bien", y considera que si su hija hubiese sido otra persona, "ya estaría en España". En relación a este asunto, el padre adoptivo ha lamentado que "después de cuatro meses de la petición de una reunión", el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso María Dastis, todavía no se ha reunido con él.
Cabe recordar que el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, insistía este viernes, a preguntas de los periodistas por la boda de Maloma, en que desde el Gobierno se mantiene "contacto constante y diario con la familia", y "se está trabajando en este asunto, que es muy complejo y en el que estamos poniendo todo el interés y todos los medios disponibles a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, y avanzando todo lo posible en la vía diplomática para que haya una solución y que ésta sea pronta".
Sanz subrayó que "para nosotros es fundamental garantizar que cuando Maloma se exprese lo haga con las condiciones de poderse expresar libremente", y para ello desde el Gobierno se está "trabajando con todas las vías diplomáticas suficientes", de forma que "hay intervenciones de organismos internacionales, de autoridades diplomáticas y de juzgados".