SEVILLA 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El diputado provincial de Cultura y Ciudadanía de la Diputación de Sevilla, Casimiro Fernández, ha recibido en la Casa de la Provincia a María Ángeles Durán con motivo de la presentación en Sevilla de su libro 'Una vida y veinte fragmentos', su "autobiografía intelectual", que acompaña con una selección de publicaciones sobre desigualdad, situación social de las mujeres, trabajo no remunerado, urbanismo, la renovación de la ciencia y el cuidado.
Con la presencia de la política, ex consejera de la Junta y doctora en Derecho, Amparo Rubiales, y del rector de la Universidad Pablo de Olavide, Franscisco Oliva, entre otras personalidades, la presentación de la autora ha corrido a cargo de la periodista y escritora, Mercedes de Pablos, tal como ha informado el organismo provincial en una nota de prensa.
María Ángeles Durán (Madrid, 1942), doctora en Ciencias Políticas, catedrática de Sociología y profesora de Investigación en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es una investigadora especializada en el análisis del trabajo no remunerado y su relación con la estructura social y económica. Entre sus principales aportaciones, está la acuñación del concepto de 'cuidatoriado' y el considerar que las mujeres "requieren otra sociedad y cambios en cada plano".
Premio Nacional de Sociología y Ciencia Política en 2018 como reconocimiento a una trayectoria científica destacada en el ámbito de la sociología, entre otros galardones, Durán ha reconocido que cuando aceptó escribir 'Una vida y veinte fragmentos' no imaginaba que "fuera tan difícil", y que la autocensura le costara tantas interrupciones, "barreras que no era capaz de traspasar". A solas con su propia memoria, la autora ha revivido "momentos de angustia y de esplendor".
Según la información proporcionada por la editorial, Durán ha explicado que recibió las primeras nociones del mundo a través de los cuentos y las oraciones; la juventud quedó marcada por la muerte de su padre y la incorporación a una Universidad que hervía en deseos de cambio; asumió después el propósito de renovar la ciencia; ha conocido "la hiel y la miel" de la vida académica; ha recordado "con cariño" sus puentes intelectuales y afectivos con colegas e instituciones de Europa, Estados Unidos y América Latina y ha concluido con "las fatigas del paso del tiempo y un guiño a la esperanza".