Más de 200 personas plantan 66 árboles y 150 arbustos en la Hacienda Torrijos de Valencina (Sevilla) para reverdecerla

VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN (SEVILLA), 25 (EUROPA PRESS)

La Hacienda Torrijos, ubicada junto al casco urbano de Valencina de la Concepción (Sevilla) y declarada bien de interés cultural (BIC), ha acogido recientemente una acción ciudadana saldada con la plantación de 66 árboles y unos 150 arbustos, para reverdecer el entorno de este histórico enclave que cada año recibe la tradicional romería homónima, considerada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía como cuarta mayor romería de la región en número de peregrinos.

Juan Daniel Díaz Benítez, coordinador de la asociación Valencina Sostenible, ha explicado que esta iniciativa nació hace meses de la mano de su entidad y de la asociación Andalus, como "iniciativa ciudadana" para "renaturalizar" el entorno de esta emblemática hacienda; cuyos orígenes partirían de una antigua alquería musulmana y que presenta un recinto de planta cuadrada, torres almenadas y arcos ciegos decorativos de estilo mudéjar, albergando la capilla del Cristo de Torrijos.

NUEVOS ÁRBOLES "EN ADOPCIÓN"

Según Juan Daniel Díaz, para promover esta plantación colectiva, de la mano de la propiedad del enclave, fueron ofrecidos "en adopción" los árboles y arbustos a incorporar al entorno de la hacienda, "con precios incluidos", y en apenas dos días "estaban todas las adopciones hechas" y fue fijada la fecha del 18 de diciembre para acometer dicha plantación.

Ese domingo 18 de diciembre, según sus palabras, la hacienda Torrijos fue escenario de un "día mágico" en el que unas 200 personas de todas las edades, "vecinos de Valencina y de otros muchos pueblos" de la comarca del Aljarafe, recalaron en dicho enclave para participar en esta plantación ciudadana.

MUCHOS NIÑOS Y HASTA MIGAS

A lo largo de aquella luminosa mañana otoñal, así, fueron plantados 66 árboles y unos 150 arbustos de diferentes especies, gracias a esta acción ciudadana marcada por la presencia de numerosos niños y la degustación de las tradicionales y sabrosas migas para compensar el esfuerzo realizado a la hora de cavar y acarrear los materiales.