SEVILLA 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, en Sevilla, destaca el PET-TAC como la prueba "por excelencia" en oncología, sobre todo en el diagnóstico de la recidiva (recaída) del cáncer de próstata, destacando además su funcionalidad en el campo no oncológico con la evaluación precoz del Alzheimer.
"Los estudios del PET nos van a permitir el diagnóstico más temprano de numerosas enfermedades", ha recalcado Blanca González-Gaggero, jefa del Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC, en una nota de prensa en la que ha explicado que el PET-TAC es una técnica diagnóstica donde se combina la imagen funcional del PET con la anatómica del TAC.
Es decir, "al paciente se le inyecta una pequeña cantidad de material radiactivo que nos va a permitir valorar cómo funciona un determinado órgano o tejido, y a su vez nos va a informar de la localización en el organismo de esos hallazgos del PET. Es por ello que, como las alteraciones funcionales preceden a los cambios anatómicos, estos estudios nos van a permitir el diagnóstico más temprano de numerosas patologías", incide.
De este modo, Andrés Durán Ferreras, especialista del Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC, indica, asimismo, que el consumo de glucosa va a ser mayor en las células oncológicas y, por tanto, la captación de la sustancia radiactiva va a ser mayor. "Con ello podemos hacer una aproximación sobre la benignidad/malignidad de los hallazgos sospechosos. Por eso el principal uso del PET es la oncología", añade.
DIAGNÓSTICO PRECOZ Y DETECCIÓN DE LAS RECAÍDAS
Cabe recordar que, según el último estudio realizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de próstata es el tumor más frecuente en varones y la tercera causa de muerte por cáncer en hombres por detrás del cáncer de pulmón y de colon.
En este sentido, entre las indicaciones del PET-TAC en el campo oncológico, se encuentran el diagnóstico precoz de numerosos cánceres y de las recaídas de estos, el diagnóstico de extensión de los tumores y la valoración de respuesta a tratamiento. "Es decir, interviene en todas las fases del abordaje del proceso oncológico, permitiendo un diagnóstico más precoz y exacto, un mejor conocimiento del tumor y, por ende, un mejor tratamiento para el paciente", señala González-Gaggero .
Además de los procesos oncológicos, es conocido que los procesos inflamatorios/infecciosos también pueden presentar un mayor consumo de glucosa, por lo que el PET-TAC puede aportar información fundamental en aquellos pacientes con fiebre mantenida, para intentar localizar su causa, o en infecciones sobre material protésico, válvulas cardiacas, marcapasos, reservorios o para localizar los procesos inflamatorios en enfermedades de reumatología.
En neurología es de "gran importancia" para la valoración de las demencias y, dependiendo del producto radiactivo que se utilice, va a permitir visualizar las áreas cerebrales que se encuentran dañadas o mostrará los depósitos de una proteína que ocasiona la muerte neuronal en la enfermedad de Alzheimer, según explican desde Quirónsalud.
La Organización Mundial de la Salud apunta que la población afectada por algún tipo de demencia puede triplicarse en 2050, y que la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60% y un 70% de los casos de personas afectadas por demencia en el mundo (55 millones a nivel global). Además, constituye la enfermedad neurodegenerativa de mayor prevalencia y la principal causa de demencia y discapacidad en personas mayores de 65 años.