En total, Doñana ha perdido a siete linces ibéricos en lo que va de año, lo que supone más de un 10% de su población
SEVILLA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
La población de linces ibéricos que sobrevive en libertad en Doñana, integrada por unos 60 individuos que convierten a este núcleo en el segundo en importancia después del que existe en Sierra Morena, ha sufrido durante este fin de semana una merma considerable al producirse el fallecimiento de tres individuos de esta especie en peligro crítico de extinción.
De este modo, el pasado sábado por la mañana fue hallado el cadáver de 'Caribú', un macho de cinco años procedente de Sierra Morena liberado en Doñana en diciembre de 2008 para reforzar la variabilidad genética de la población de que vive en este espacio natural, debilitada por un brote de leucemia felina que causó la muerte de once individuos en 2007 y que redujo de forma importante la presencia de machos en la zona.
Según la información facilitada hasta el momento por la Administración ambiental y fuentes ecologistas, 'Caribú' fue hallado muerto el sábado por la mañana en el término municipal de Bonares (Huelva) por causas aún desconocidas, aunque las primeros estudios realizados apuntan que el animal sufría una inanición prolongada con un alto nivel de deshidratación.
'Caribú', a diferencia de 'Baya', otro macho traslocado a Doñana con el mismo propósito de reforzar de la población lincera de dicho espacio que sí se ha establecido en el espacio natural y ha tenido descendencia, no logró asentarse en la zona, escapándose al menos en un par de ocasiones de Doñana, desde donde llegó hasta la frontera con Portugal.
De hecho, tres meses después de ser liberado en el Espacio Natural de Doñana, 'Caribú' fue noticia por su largo viaje de casi 200 kilómetros por la provincia de Huelva.
Además, en enero de 2009 la Consejería de Medio Ambiente capturó a este ejemplar, que había alcanzado el Sitio Natura 2000 Moura-Barranco, en la zona del Alentejo portugués lindante con Extremadura, para reponer la batería de su collar de radioseguimiento y garantizar así su localización.
Los movimientos de este animal han proporcionado valiosa información sobre los procesos de dispersión del que es considerado el felino más amenazado del planeta --con unos 220 ejemplares supervivientes entre Sierra Morena y Doñana--, especialmente de cara a la experiencia de reintroducción que se lleva a cabo en la comarca de Guadalmellato (Córdoba) y que continuará el próximo otoño en Guarrizas (Jaén).
El reforzamiento de la población de Doñana con ejemplares procedentes del otro núcleo reproductor de Sierra Morena es fundamental para reducir los elevados niveles de consanguinidad de los linces de Doñana, pues la pérdida de variabilidad genética es una de las mayores amenazas para la supervivencia del felino.
ATROPELLO EN HUELVA
Por otro lado, el mismo sábado por la noche, fue encontrado por guardas del coto otro cadáver de lince en avanzado estado de descomposición, presentando sólo el pelaje y la piel.
Asimismo, en la mañana del domingo siguiente, se halló el cadáver de otro lince en la carretera 471 de Huelva, entre las poblaciones de Almonte e Hinojos. El ejemplar atropellado es un animal de año y medio de edad nacido en 2009, procedente del núcleo de La Puebla-Aznalcázar.
Ambos ejemplares, que aún no han sido identificados, han sido enviado al Centro de Análisis y Diagnóstico (CAD) para practicar las respectivas necropsias.
DECESOS EN 2010
En total, desde que se inicio el año 2010 han fallecido en el espacio natural siete ejemplares, lo que supone más del 10 por ciento de los 60 ejemplares que se estima que sobreviven en Doñana, distribuidos en unos once núcleos y de los cuales 16 son hembras territoriales y una veintena, cachorros. No obstante, se ha producido desde 2004 un incremento poblacional significativo, de un 50 por ciento.
Así, el primer lince encontrado muerto este año en Doñana fue la hembra 'Estepa', de dos años de edad y cuyo cadáver fue hallado en de febrero en un camino de Villamanrique de la Condesa (Sevilla). Unas semanas después, el 18 de febrero se halló el cuerpo sin vida del macho 'Fael' en Puebla del Río (Sevilla). En ambos casos, no pudieron concretarse las causas de la muerte.
Posteriormente, el 10 de marzo se encontró atropellado un macho de dos años en la carretera de Almonte al Rocío y, por último, el 17 de abril se descubrió el cadáver de la hembra 'Lula', de 9 años, que falleció por las graves heridas causadas tras una pelea con otro felino.