PALMA DEL RÍO (CÓRDOBA), 29 (EUROPA PRESS)
El piloto de avión de Faasa fallecido este miércoles al estrellarse la avioneta de extinción de incendios, en la que se dirigía para apoyar a los bomberos en la lucha contra un incendio registrado en la región chilena de Bío Bío, era natural de Écija (Sevilla), contaba con 47 años de edad y con alta experiencia en esta labor de extinción de incendios forestales, en la que sumaba más de 3.000 horas de vuelo en la actividad.
Así lo ha confirmado este jueves la compañía aeronáutica Faasa, con sede en Palma del Río (Córdoba), desde la que se ha precisado que, además, la experiencia concreta del piloto fallecido con el modelo de avioneta que pilotaba se sitúa en poco más de 1.300 horas, "una cifra muy importante que confirma su experiencia y preparación", según ha subrayado Faasa, donde llevaba trabajando "tres temporadas en la extinción de incendios, dos de ellas en Chile".
En cualquier caso, a raíz del siniestro, "se ha constituido la Comisión de Investigación de Accidentes, por parte de la DGAC de Chile, en la que ya están designados por parte de Faasa Chile las personas que colaboraran en todo lo necesario para esclarecer lo ocurrido".
Adicionalmente, la compañía ha establecido una línea de investigación interna, "con el objeto de esclarecer los hechos, si bien ya está confirmado que "el piloto no realizó ninguna llamada de 'SOS' por radio reportando avería o incidencia de cualquier tipo", aunque, según han precisado desde Faasa, "será la investigación la que ayude a esclarecer lo ocurrido".
SUS COMPAÑEROS GUARDAN UN MINUTO DE SILENCIO
Por otro lado, este jueves se ha guardado un minuto de silencio, por la muerte de su compañero, por parte de los trabajadores de Faasa en las instalaciones principales de la compañía en Palma del Río.
La Dirección de Grupo Faasa se ha puesto a disposición de la familia del piloto para cooperar con la misma "en todo lo que sea necesario", como los trámites de repatriación del cadáver, "asistencia psicológica, etcétera".
Grupo Faasa tiene este año cerca de 30 aeronaves trabajando en la extinción de incendios, lo que supone la implicación de "más de un centenar de profesionales, para asegurar la operación, en una campaña que se está desarrollando con importantes incendios". En Chile, el grupo ha volado más de 40.000 horas en los once años de existencia como empresa chilena.