La nueva expedición de bomberos sevillanos a Valencia afronta un escenario "apocalíptico" en Paiporta

Se centrará en la retirada de vehículos, la organización de los voluntarios y los achiques de agua en los garajes

SEVILLA, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

El segundo contingente de bomberos sevillanos se acerca ya a la localidad valenciana de Paiporta para unirse al dispositivo especial desplegado por las autoridades para paliar los devastadores efectos del temporal de lluvias torrenciales y riadas, que ha dejado más de 200 fallecidos, así como miles de damnificados e incontables daños materiales; en lo que constituye la mayor tragedia vivida en España en los últimos tiempos.

Esta nueva expedición, que comenzará a trabajar este lunes y prolongará su estancia hasta el miércoles, relevará al grupo de nueve efectivos del Consorcio Provincial de Salvamento y Extinción de Incendios de Sevilla movilizados la semana pasada hacia Requena, también en la provincia de Valencia, la zona más castigada por las trombas de agua y las riadas.

En concreto, el nuevo contingente está conformado por 14 efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos, que son un suboficial, un sargento, tres cabos y nueve bomberos; a los que se suman cuatro bomberos más de la ONG de rescate Proem-Aid pertenecientes igualmente al Consorcio y tres bomberos más del parque de Utrera, según ha precisado a Europa Press José Amor, miembro de Proem Aid que participa en esta expedición.

José Amor ha concretado así que la nueva expedición sevillana está conformada por un total de 21 efectivos que viajan en siete vehículos "cargados de material" especializado para operaciones de rescate, como bombas de achique de agua y trajes equipados para las labores de búsqueda.

Principalmente, según ha relatado, estos efectivos se dedicarán a la retirada de vehículos, la organización de los voluntarios, achiques de agua en los garajes y la recuperación de víctimas, en caso de encontrarlas.

Estos bomberos acuden ya "impactados" por las imágenes ya vistas sobre el alcance de la tragedia, traducida en más de 200 fallecidos y miles y miles de afectados, reconociendo José Amor que por sus conversaciones con los efectivos que ya trabajan sobre el terreno, no hay duda de que "la sensación es de caos, de apocalipsis".